Kito & Kai

Kai 1:

A mis 18 años me mude a una pequeña isla costera, para comenzar una nueva vida... Mi novio había fallecido en un accidente de tráfico, sentía que mi vida ya no tenía más sentido, así que intenté escapar de ese dolor yéndome a aquella pequeña ciudad, la gente era muy cálida y amistosa, 3 meses habían pasado ya desde su muerte.

Una noche de insomnio tenía la garganta echa un nudo, la pena era muy grande en estos momentos, todo esto me sobrepasaba, me levanté y decidí ir a caminar por la playa, a pesar de ser las 4am había mucha gente en el lugar ya, uno de los lugareños me había dicho que si caminaba hacía el sur había una cueva que llevaba a una pequeña isla donde no mucha gente iba, caminé hacía allí y comencé a cantar mientras jugaba en la orilla del agua, canté durante mucho tiempo, la cueva era pequeña y tenía un claro por lo que no era oscura, pero el olor a mar era muy fuerte, al llegar a la pequeña isla ya eran pasadas las 6am, el sol estaba muy alto ya y comenzaba a hacer calor, quite mis ropas, solo conservando la ropa interior, me metí al agua y seguí jugando y cantando, me ayudaba a olvidar la pena, el agua en esa parte del mar era muy clara, habían muchos peces de colores, era todo muy hermoso, durante dos semanas fui allí cada día por las tardes, conversaba mucho con los peces y otros pequeños seres vivos de la zona, pero de cierta forma aunque amaba ese lugar me parecía un tanto extraño que nadie más fuese ahí, un día mientras jugaba con los niños del pueblo una de las abuelas me contó que esa cueva se llamaba "La cueva del tiburón", contaba la historia que hace mucho tiempo un tiburón se adueño de esas aguas y comíaa la gente que entraba ahí a bañarse, otras personas decían que ahí vivían sirenas y que comían a las mujeres que entraban ahí y ahogaban a los hombres, por eso no mucha gente iba a aquel lugar, aunque pasaba mucho tiempo ahí, jamás vi algún tiburón, solo peces y ninguno más grande que una sardina, tampoco vi una sirena, aunque si aveces sentía como si alguien me observase, sobre todo en el pequeño lago que se formaba en el claro.

Durante dos meses fuí hasta esa pequeña isla para sanar mi corazón, cada día veía más formas de vida que por alguna razón parecían jugar conmigo e intentar animarme, pero una noche mientras ordenaba mis cosas, una caja cayó desde  mi armario, al agacharme a recogerla vi esparcidas muchas fotos de mi novio, pequeños regalos que él me había hecho, nuestras cartas y un sin fin de cosas, sentí como si todo lo que había sanado dentro de mi se hubiese roto de nuevo, no, no quería seguir sintiendome de esta manera, corrí con los ojos llenos de lagrimas hasta la orilla de la playa, intenté caminar hasta la cueva pero la marea era muy alta, intenté seguir de todas formas lo más cerca que pude... cuando el agua llegó hasta mi cintura pensé; solo estoy escapando de mi realidad en este hermoso lugar, no quiero seguir, cerré mis ojos y caminé mar adentro, cuando mis pies ya no tocaban el suelo, solo dejé que la marea arrastrase mi cuerpo y poco a poco mi respiración se fue, al principio era muy doloroso y traté de pelear contra esa sensación, pero al poco tiempo mi conciencia se fue desvaneciendo y antes de perder por completo la conciencia, sentí una voz en mi mente que decía con mucha fuerza: ¡NO LO HAGAS!, ¡NO MUERAS!, entre abrí mis ojos mientras mi cuerpo se hundía en el vasto mar y vi algo similiar a un hombre jóven nadar increíblemente rápido hasta mi y tomarme entre sus largos brazos, luego de eso solo recuerdo que los pescadores y los niños me estaban reanimando en la orilla de la playa, tosí mucha agua de mar, mi cabeza y garganta dolían mucho, intenté enderezarme pero no podía, mire mi mano y en ella habían unas hermosas escamas azul marino incrustadas, me asusté un poco al verlas, recordé vagamente la escena de haber visto algo parecido a un humano intentar salvarme, una de las abuelas se acercó a mi, golpeo mi espalda y dijo: Kai niño tonto fuiste seducido por una sirena y casi te mata, deja de ir a aquella cueva.

Kai: ¿Una sirena?