Ella había dicho una sirena, ¿Verdad?, no, es no podía ser verdad, tampoco estaba seguro de lo que había visto, lo más probable es que fuese algún pescador quien me sacó del agua, sí, seguro fue eso lo que en realidad pasó.
Regresé a casa y mi vecina estuvo cuidando de mi, tuve mucha fiebre durante 3 días, mi cuerpo estaba muy dañado, mi papá se mudó conmigo junto a mi pequeña hermana, estaban muy preocupados por mi, durante un mes entero fui a ver a un psicólogo, recuperé mi cuerpo, de cierta forma estaba mejor, parte de la terapia era volver al lugar donde había intentado acabar con mi vida, mi hermana y papá me acompañaron, entramos en la cueva y un montón de pqueños peces de colores se juntaron a mi alrededor y se movían hacia muchos lugares como si estuviesen felices de verme, realmente me gustaba este lugar más que ningún otro.
Papá: Es un lugar muy hermoso hijo, auqneu está un poco lejos de casa.
Kai: Es verdad padre, pero me relaja mucho estar aquí.
Hermana: ¡Papá!, creo que vi algo grande moverse cerca del agua de la cueva.
Papá: No grites mi niña, solo debe ser un pez.
Kai: Exacto, acá hay muchos peces y aunque suelen ser pequeños es lógico que hay más grandes, déjame ir a ver.
Estábamos a unos 5 metros de la parte profunda de la cueva, si mi hermana vió algo a esa distancia probablemente era un pez grande, caminé hasta la orilla pero nada podía verse, metí mis pies en el agua y al llegar a la altura de las rodillas algo se clavó en mis pies, chillé de dolor y sorpresa y al mirarme eran unas escamas idénticas a las que etnía en mis manos aquel día, sentí como si alguien me observase desde la parte oscura de la cueva, sentí escalofríos pero nada se podía ver, volví donde papá y mi hermana y seguimos recorriendo el lugar.
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Kito & Kai
FantasyKai es un jóven que luego de perder a su novio en un accidente de tráfico decide mudarse a un pequeño pueblo costero para comenzar una nueva vida, ahí descubre su amor por el mar y comienza a ser feliz junto a pequeñas cosas cotidianas, hasta que un...