Kito & Kai

Kai 3:

Solo una vez por semana podía ir a la cueva, realmente era el día más relajante de la semana, pero esa sensación de que alguien me observaba era cada vez más grande y más fuerte.

El clima estaba cambiando, hacia mucho calor a pesar de que el sol casi se había metido ya, me desnudé y me metí al mar, mientras cantaba y nadaba en el lugar creí ver la cola de un pez muy grande, me asusté y salí cerca de la orilla rápidamente, comencé a mirar pero no podía ver nada, el sol había desaparecido ya, pensé: debe haber sido el pez grande que vió mi hermana el otro día, metí mi cuerpo al agua nuevamente y nadé más adentro, el agua llegaba un poco más arriba de mi pecho cuando a unos tres metros de mi ví algo enorme alejarse, me asusté y resbalé, mi cuerpo había sido arrastrado por una ola y me llevaba mar adentro, aunque podía nadar muy bien, el mar estaba más agitado que de costumbre, no podía nadar hacia la orilla, me estaba hundiendo, pero ésta vez mi conciencia estaba intacta cuando le ví, realmente era muy grande, tal vez cerca de dos metros, un ser de piel pálida y escamas azules en ciertas partes del cuerpo, de brazos largos, sus dedos y orejas tenían membranas y una larga cola que salía de sus caderas, era un tritón, me asusté tanto que dejé ir casi todo mi óxigeno, en solo unos segundos llegó hasta mi y me tomó entre sus brazos, estaba aterrado y forcejee con él, fue ahí cuando recordé que el mismo ser me había rescatado la última vez y las escamas en mis manos eran la de sus hombres, me las había enterrado al intentar hacer que me soltase, me miró como enojado fijamente, tiene unos ojos grandes y azules muy oscuros, pero a la vez brillantes, de cierta forma me tranquilizó ver que sus ojos eran muy humanos y su cara era muy similar a la de un humano pero de cierta forma era realmente un pez, mi pecho me dolía por la falta de óxigeno, me tomó con fuerza  por la cintura y con su boca me traspasó aire, luego sin volver a mirarme nadó conmigo hasta la orilla y me sentó en la arena, tosí unos segundos y me hinque en el agua, comencé a mirar para ver donde estaba, a los lejos podía ver su cabeza mirarme... aún estaba muy asustado.

Kai: ¿Qué eres?...¿Eres el mismo que me salvó cuando intenté acabar con mi vida?

me puse de pie asustado, pero a la vez decidido a saber que era, de cierta forma supe que si me había salvado dos veces ya no me haría daño, comencé a acercarme a él lentamente, aunque estaba a unos tres metros de mí y andando no podría llegar a él. me miraba fijamente, alcancé a dar unos seis pasos cuando se elevó un poco más por encima del agua, podía ver desde su clavícula hacia arriba, era muy grande, parceía humano pero su piel era muy pálida y tenía lineas azules como tatuajes en algunas partes de su cuerpo, el cabello negro azulado hasta la altura del cuello, sus ojos, nariz y boca eran idénticas a los de un humano, di unos cuantos pasos más y él abrió su boca y gritó, sus dientes no eran humanos, eran como los de un tiburón y su grito parecido a un felino, se hundió y no volví a verle más.