• CAPÍTULO 2 •

583 19 4
                                    

Narra María
Al escuchar su voz, todos nos giramos sorprendidos, no nos lo esperábamos. Inconscientemente miré a Sebas, el cual me respondió con una sonrisa.
No esperé ni un segundo más antes de ir corriendo hacia él, pero no sin antes gritar su nombre.
— Tiago! — Grité con toda la felicidad del mundo, no me lo podía creer. El me agarró a upa, como cuando era chiquita.
— Hola enana. — Escuché que me decía bajito cerca de la oreja. Y antes de poder decir nada más, los chicos vinieron corriendo hacia él.
— Como consiguieron encontrar al roñoso? — Preguntó Agustín. Todos nos reimos por su comentario, menos Tiago que se hizo el ofendido.
— Más bien, él nos encontró a nosotros. — Respondió Mili con una sonrisa.
— Se re pasaron con las sopresas. — Dijo Camila.
— Ustedes se merecen eso y más. — Dijo Ramiro.
Todos nos quedamos en silencio, felices, y yo volví a abrazar a Tiago, al mismo tiempo que miraba a Mili y le decía un “gracias” sin voz, y ella me respondió con una sonrisa.

Narra Tiago
No me lo puedo creer, por fin volví a estar con los chicos, con mi familia, es ahora cuando me doy cuenta que nunca tendría que haberme ido, los extrañé muchísimo.
— Chicos, vamos a dentro? — Dijo Mili.
— Sí! Así Juanita y Tiago ven la casa! — Dijo Natalia casi gritando. — La más linda que van a ver en sus vidas.
— Enserio? Tan linda es? — Pregunté yo medio riendo.
— Sí! Lástima que la bruja de Lidia lo cambió todo y nos quitó los juguetes. — Dijo Tali otra vez, medio triste.
— Por qué mejor no entramos? — Dijo Camila.
Todos entramos al hogar. La verdad es que Tali tenía razón, era muy lindo, o por lo menos la sala lo era, aunque me hubiera gustado poder ver como era antes.
— Chicos, por qué mejor no le enseñan la casa a Tiago y se van a dormir? — Dijo Ramiro, aunque era más una orden que una pregunta.
— NO! NO QUIERO IR A DORMIR AHORA! — Se quejó Agustín.
— No era que tenía mucho sueño el señorito? — Preguntó esta vez Mili.
— No! Ya no! — Respondió.
— Chicos dejen de pelar, yo tambien quiero hablar con Juanita y Santi, pero tenemos que ir a dormir, está bien? — Dijo esta vez Luisana.
— Luisana tiene razón. Tali vamos a enseñarle nuestro nuevo cuarto a Juani, seguro que le encanta. — Dijo María feliz.
— ¿Nuevo cuarto? — Preguntó Juanita confundida.
— SÍ! — Contestó Tali. Así las 3 subieron corriendo por las escaleras.

Narra Juanita
Subimos con las chicas hasta su nuevo cuarto, parece que ahora las chicas nos habíamos dividido.
— Es hermoso! — Dije con una gran sonrisa mirando todo el cuarto.
— Esta es tu cama. — Dijo María, señalando una cama que se encontraba en frente de dos camas colocadas frente a frente entre ellas.
— Gracias chicas, las extrañe un montón! — Dije, y las tres nos abrazamos.
— Por fin las chiquis otra vez juntas, no sabés todo lo que te tenemos que contar! Pasaron un montón de cosas! — Dijo Natalia emocionada.
— Sí, pero ahora tenemos que ir a dormir. — Dijo María. — Tomá Juani, este es tu pijama.
Después de ponernos los pijamas y hablar por un rato, María bajo corriendo a bajo.

Narra María
Bajé corriendo a la sala a buscar a los más grandes porque le quería decir buenas nochas a Tiago, pero no los encontré, así que decidí ir a la cocina. Ahí estaba, solo, comiendose un sandwich.
— Qué hacés acá solo? — Pregunté acercandome a él.
— Comer, me moría de hambre. — Contestó. — Y vos que hacés acá, no tendrías que estar durmiendo? — Añadió tocandome la naríz con su dendo índice.
— Sí, pero quería darte las buenas noches antes de irme a dormir. — Lo había extrañado un montón.
— Buenas noches enana. — Me dijo, y me dió un beso en la frente.
— Que descanses. — Le respondí, y me fui a mi habitación.

Chiquititas 2002: ¿Y ahora qué? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora