Oneshot

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Jotaro ya no podía esperar más solo quería sostener a su lindo Kakyoin. Mientras que Kakyoin se encontraba en la cama mirando su horrible marca en el abdomen, cuando Jotaro se lanzó a por sus labios.

Kakyoin se sorprendió, pero decidió dejarse llevar por los labios de su amado, ya que a él también le gustaba Jotaro.

-Te lo quiero hacer aquí y ahora. - Confesó el joven Kujo.

- ¿E-eh? Contesto Noriaki de inmediato.

El mayor, solo se dejaba llevar por sus deseos de probar cada parte del otro como sus labios sabor cereza o su marca en el pecho. Quería todo de él, no entregaría a su amado por nada de él mundo. Kakyoin se dispuso a hablar pero los suaves labios de Jotaro lo impidieron, sus lenguas se tocaban mutuamente, todo era placer.

El pelinegro comenzó a recorrer la boca de su amado suavemente, mientras jugaba con sus pezones a través de la camiseta.

El menor soltó un pequeño y suave gemido apenas audible.

-Te haré sentir bien - Soltó Jotaro sin darle muchas vueltas a lo que había dicho.

El pelinegro le comenzó a lamer su pierna mientras restregaba su gran erección contra Kakyoin a través del pantalón, mientras el pelirrojo gemía al sentir el miembro de contrario.

Star Platinum, apareció para quitarle los pantalones a kakyoin, el menor tapó su cuerpo bastante sonrojado y dijo:

-N-no te quedes mirando... - A pesar de que sentía placer, se sentía apenado al ser observado durante demasiado tiempo.

Jotaro se tapó la cara, lo que habia dicho Kakyoin le hizo sonrojarse, ahora Jotaro solo podía pensar en lo lindo que se veía en esa pose.

El pelinegro movió la mano de kakyoin que tapaba su cuerpo. Y sin avisar metió un dedo en su entrada.

El menor gimoteó, sentía ese dedo en su interior.

Jotaro comenzó a mover su dedo que se encontraba dentro de kakyoin quien gemía sin poder controlarse a si mismo.

Cuando kakyoin comenzó a acostumbrarse a el dedo de Jotaro, el pelinegro metió otros dos más.

Ambos se sentían tan bien solo podían pensar en que pronto serían uno. El menor comenzó a temblar, no podía hablar solo sentía placer. Acababa de sentir un orgasmo seco, no se había corrido pero sentía como si lo hubiese hecho.

Jotaro al ver esa escena no se pudo controlar. Se bajó rápidamente los pantalones e introdujo su miembro en la entrada de Kakyoin, lo metió entero. Su amado no podía parar de gemir se sentía tan bien, quería que el pelinegro siguiera con esas estocadas que hacía que todo su cuerpo perdiera el control. Solo podía gemir y sentir como Jotaro alcanzaba cada centímetro de su interior.

-Se siente mejor que cuando lo hago yo - Se le escapó a Kakyoin debido a lo bien que se sentía.

Se dio cuenta tarde de lo que había dicho, ya que su cuerpo se encontraba en el éxtasis. El pelirrojo se sorprendió ya que el miembro de Jotaro se había hecho más grande.

-Está más grande que antes - Dijo Kakyoin mientras gemía.

Jotaro se tapó un poco la cara y dijo:
-Es por esas cosas que dices.

El menor ya no era muy consciente de sí mismo, quería cada vez un poco más de Jotaro, su amor desde hace ya tiempo.

Kakyoin no pudo decir nada debido a que Jotaro había metido tan bruscamente su miembro, hasta su último centímetro. Jotaro ya no podía contenerse, ahora mismo no podía ser gentil solo quería golpear el interior de su amado Kakyoin.

Kakyoin se había corrido ya unas veces pero Jotaro seguía con sus estocadas, penetrando todo su interior.

Ahora mismo Jotaro solo podía pensar en que se quería correr tantas veces en ese pequeño hoyo tan apretado.

Jotaro comenzó a masturbar el miembro de Kakyoin mientras seguía con las estocadas.

Kakyoin no podía más ya se estaba volviendo loco. Todo su cuerpo palpitaba y su entrada tpedía por más. El pelinegro se había corrido en esa entrada, tanto líquido salía de su tan erecto pene.

Toda su semilla se regaba sobre las sábanas, Jotaro sacó su miembro que aún estaba impregnado de su semilla. El menor se levantó suavemente, aunque estaba adolorido. Se dispuso a tocar el miembro aún erecto de Jotaro, estaba pegajoso pero aún así no se detuvo.

Kakyoin puso lentamente su lengua en el miembro de su amado, de inmediato el pelinegro se dio cuenta de lo mucho que temblaba, así que lo detuvo y le dijo:

-No tienes por qué hacerlo.

El pelirrojo se negó, el quería hacer eso por Jotaro.

Así que sin mucha experiencia Kakyoin siguió complaciendo a el mayor, sentía como el erecto miembro de su amado le golpeaba la garganta. Se sentía bien, esas estocadas que llegaban tan profundo en su garganta y que hacían que su cuerpo se sintiese extraño.

Jotaro no podía más quería correrse, estaba en su limite. Después de varias estocadas logró correrse en la boca de su amado, se sentía un poco mal debido a ese acto sucio que acababa de cometer, pero kakyoin se sentía feliz logró complacer a Jotaro y ese simple hecho le hacía feliz.

Jotaro miro a Kakyoin quien tenía su semen en la boca, y sin pensarlo dos veces se lo tragó. Después de un rato ambos ya habían llegado a su limite, se recostaron en la cama satisfechos, ya ambos sabían que se querían sin siquiera haberlo mencionado.

|Entre las sábanas| •Jotakak• Lemon HardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora