One

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Sabía que iba a ser un buen día cuando lo primero que observa al despertar era a él. El sol se colaba de entre las cortinas y daba de lleno en su cara e inútilmente trata de taparlo con sus manos porque no quería que perturbara su sueño y, sobre todo, que lo apartara de su lado; Pero es inútil, parece una alarma, siempre se levantaba a las mismas horas y a pesar de saber que se iría de su lado ese momento le encanta.

Le encanta como fruncía su ceño y restregaba su cara contra la almohada.

Le encanta como parpadeaba rápidamente buscando adecuarse a la luz.

Le encanta la confusión de sus ojos al no recordar dónde se encontraba.

Le encanta como sus ojos se fijan en él, como se iluminan y como sonríe amplio, tan amplio que le hace corresponderle de inmediato.

Le encanta como suena un Buenos días en sus labios.

Le encantan sus labios.

Le encanta él y sentir como entierra su cara en su cuello quejándose entre murmullos amortiguados lo injusta que es la vida que no le permite relajarse un día lunes, Ivanov piensa que eso debe ser lo que tantos llaman paz.

Él era un hombre feliz y enamorado, tan enamorado que cuando los días estaban grises entre ellos no podía dejar de mirarle el lado bueno a su amante, a su vida, a su todo. Lo miraba fruncir el ceño, cruzar los brazos y poner los ojos en blanco cada que él hablaba, como si su sola presencia arruinara su día. Ivanov sonreía casi sin quererlo porque todas sus expresiones eran preciosas y gracias a su sonrisa boba recibía un golpe y unas malas palabras rusas que no acaba de comprender porque Viktor hablaba tan rápido en esos momentos que ni siquiera los años de prácticas que obtuvo de su amante podían ayudarle a comprenderle.

Ivanov se sentía un poco más enamorado en las reconciliaciones, cuando uno cedía porque no podían soportar tanto tiempo fingiendo estar enfadados, la mayoría del tiempo él torcía el brazo; Volkov era demasiado terco y orgulloso para hacerlo y él también lo era, pero nunca cuando se trataba de él. Siempre era la misma escena, volver a casa juntos, verlo partir rápidamente hacia la cocina en busca de un vaso de agua y seguirlo para abrazarlo por la cintura y disculparse en mil idiomas diferentes, luego sentir como las manos de Viktor se unían a las suyas y se entrelazaban, sentir como un beso era dejado en su mejilla y un recibir también una disculpa.

Después comenzaban a besarse porque habían estado mínimo una semana sin hacerlo y se sentían morir, casi como si estar uno encima del otro fuera oxígeno, indispensable para su vida.

Si, las reconciliaciones eran las favoritas de Ivanov porque podía sentir al ruso arquearse contra él y jadearle palabras dulces a la oreja haciéndole estremecer o también podía pasar la noche hablando de cualquier cosa con él mientras se abrazaban y se acariciaban de la manera más inocente posible, darse amor y reírse sobre estupideces que alguno soltaba.

Ivanov era un hombre feliz, un hombre enamorado, un hombre que tenía un hogar con nombre y apellido: Viktor Volkov. 


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Buenas! 

Muchísimas gracias a quien haya leído esto a pesar de ser medio malo.

Fue extremadamente corto pero prometo que los próximos serán mas extensos y con una mejor calidad. Podría haberlo hecho mejor pero es lo único escrito que tenía a mano y completo y mi desesperación era tal que no pude aguantarme un segundo mas sin subir esto porque amo a esta pareja y mucho mas escribir sobre ellos. 

Sin mas, espero que lo hayan disfrutado y también espero verlos en la próxima actualización.

Gracias! un beso. 

Ivanov x Volkov (One shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora