Capítulo 1

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"Pajarillo"
...


—Joseph por favor no..— lo golpeé entre las piernas para soltarme , y corrí hacia el baño mientras que él se quejaba del dolor. Me escondí detrás de la puerta apretando los dientes para soportar el dolor de las cortadas que me había hecho.

Mi respiración se aceleró.                                            
Se escuchaban golpes en las paredes de la sala, golpes llenos de ira por lo que había hecho.
Con desesperación revisé una de las heridas en mis piernas, salía mucha sangre y no podía evitarlo.

De pronto todas las luces de la casa se apagaron y sus pasos no se escucharon más. Mi respiración se detuvo al instante, cerré los ojos aterrada, sentí como unas gotas de sudor se deslizaban sobre mi rostro."No , no , no , no.." , me deslicé del cansancio hasta tocar con mis manos aquel frio suelo, y a la vez sentí como el polvo se apegó entre mis dedos.
El ambiente cada vez se volvía más pesado, todo estaba oscuro. Volteé por todas partes pero no podía ver nada... me estremecí del miedo. Él sabía mi debilidad por la oscuridad... él lo sabía, quería enjaularme como un pequeño pájarillo en medio de la noche, pero yo ya era un pajarillo sin alas.

Se empezaron a escuchar unos pasos acercarse.

—Oh pajarito, pajarito ¿Dónde estás?— el tono de su voz juguetona me hizo sentir escalofríos.
Me arrastré por el suelo con temor, cada parte de mi cuerpo temblaba y mi garganta ya estaba seca. Fui  tocando y reconociendo algunas de las cosas a mi paso, pero la oscuridad.., entonces sentí esa presión en mi pecho, estaba ansiosa, me desesperé.
Me detuve al sentir algo enorme bloquear el paso, recordé que era un mueble que había en medio del pasillo casi llegando a mi habitación.
Mi cuerpo gélido se levantó cauteloso, sin hacer el más minímo ruido, pero mis piernas empezaron a colapsar del miedo, no dejaban de temblar.
Estaba dudosa, indefensa y con mucho, mucho miedo... miedo por lo que él iba a hacerme si me encontraba.
Voltee la cabeza hacia atrás en dirección a la sala y ahí estaba él, sosteniendo una linterna en la mano. Me apresuré a esconderme detrás de un mueble, donde no se veía más que oscuridad, ideal para que no me viera  en ese momento.

Él me  seguía buscando. Y no para hablar.

—¿¡¡DÓNDE ESTAS MALDITA PERRA!!?—gritó demasiado fuerte. Estaba furioso, lleno de ira.
Me moví un poco y me fui apegando a la pared, tenía que llegar al otro extremo para poder entrar a mi habitación y escapar por la ventana pero ... era  buena idea?

No .

—Solo quiero hablar contigo pajarito...
En cada paso traté de ir lo más rápido posible. Sin hacer ruido y sin llamar su atención.

Hasta que...

—Aún no se me olvida que me golpeaste ¡Y FUE CON UNA BOTELLA!, hay mucha sangre PAJARITO ...— su voz se escuchaba tranquila, pero no lo era, solo tenía que esperar un minuto más y al no tener respuesta explotó en ira.

—¡¡¡¡ALEXANDRA!!!!

Me asusté.

Sin percatar choqué con un mueble mucho más grande, mis pensamientos se bloquearón por completo. Los adornos y fotografías cayeron sobre mi espalda , rompiéndosen de inmediato.
Los brazos me ardían y sentía un líquido salir de ellos. Era sangre.

Volteé por todos lados buscándolo con la linterna, pero solo había oscuridad.
Me quedé paralizada. Sin mover un solo dedo.
En seguida supe que con todo ese ruido el sabía ahora donde estaba...
Mis ojos se llenaron de lágrimas y seguían  buscando en los alrededores.. Entré en paníco..
Hasta que un golpe en seco me hizo caer fuertemente al suelo.
Me sujetó las piernas con mucha fuerza, traté de soltarme patiando sin control, pero un genuino dolor me sacudió por completo. Sentí el filo de un objeto atravesarme la pierna de un lado al otro.
—¡¡No te resistas!!_ reía sin control.
No aguanté más. No lo soportaba.
—¡¡AYUDAAAAAAA!!— fue un gritó más de dolor que de auxilio. Me había atravesado un pedazo de vidrio roto en una de mis piernas. Entre más forcejeabamos él introducía más el objetó filoso. Las uñas de las manos las había clavado en las tablas de madera del piso, hice lo posible para sostenerme, pero cada movimiento brusco hacia él me hacía perder la poca fuerza que me quedaba. Lo pateé una vez más hacia a la cara, con toda la fuerza que tenía en ese momento, pero estaba débil , y cada vez que pensaba en escapar mi mente se bloqueaba y no me dejaba hacerlo.

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⏰ Última actualización: Oct 20 ⏰

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