ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 2

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— ¡Hani ya levante! — Escucho a lo lejos y frunzo el ceño aún con los ojos cerrados.— ¡HANI!
¿Quien demonios es Hani?
Abro los ojos lentamente enfurecido y noto como mis sábanas son de color rosado, a lado de mi un muñeco mediano de tata.
— ¿Pero qué...? — Logró decir mientras me levanto de lo que parecía no ser mi cama.
Me encuentro con un una habitación pequeña llena de un montón de pósters de BTS, discos, mucha mercancía de BT21, un closet de madera, un escritorio grisaseo y un pequeño espejo. Pude ver lo que parecía ser mi reflejo.
¡¿MI REFLEJO?!
Comencé a tocar todo mi rostro mientras tenía la boca abierta  por la sorpresa que me estaba llevando. Era una chica lo que podía ver, con cabello castaño oscuro largo con un pequeño flequillo, ojos pequeños y labios carnosos. Ella era delgada, pero resultaba tener unos cachetes un poco grandes que la hacían mirar muy tierna. Su pijama de dos piezas eran de color rosa palo.
— ¿Q-qué? —murmuré para mí mismo.
— ¡Hani te juro que si no te levantas te echaré agua fría de nuevo! —Escuché un grito de nuevo a lo lejos mientras igual se oían pasos.
No podía pronunciar ninguna palabra, no podía asimilar lo que estaba pasando. La puerta de aquella habitación se abrió y entró lo que parecía ser la mamá de esta chica. Su rostro era bello a pesar de tener lo que parecía ya una edad grande. Traía puesto la señora un pantalón de mezclilla, una playera rayada y unos tenis Nike blancos.
— Por Dios Hani, se te hará tarde de nuevo para la escuela.— Me dijo mientras se acercaba a mi y se sentaba a un lado mío.
No pude decir aún ninguna palabra, solo pude mirarla con la boca un poco abierta.
— ¿No dirás nada? — Preguntó de nuevo ella.
— Y-yo... ¡Buenos dias! —Dije  nervioso mientras disimulé una sonrisa pequeña.
— Ya vístete, por favor. —Dijo por último y salió del cuarto.
La puerto se cerró y de nuevo puede estar solo con la sorpresa.
¿Y ahora qué hago?
Me levanté de la cama, comencé a caminar de lado a lado por la ansiedad y pensando una posible solución. En mi solo se me ocurría que esta chica me había hecho algo para que cambiemos de cuerpos. Enfurecido aún abrí el pequeño closet y busqué ropa para poder salir de ahí.
— Maldición — dije a mi mismo.
Encontré lo que parecía ser un uniforme, lo mire unos minutos preguntándome si era justo lo que tenía que usar para la escuela. Una falda color gris, una camisa blanca con una corbata roja rayada y un sacó color negro.
— ¡Hani 10 min! — Escuché de nuevo el grito de su mamá.
— Mierda. —Dije sin que pudiera escucharme su mamá.
Comencé a quitarme la pijama cuidadosamente y pude ver su cuerpo en ropa interior. Un brasier color negro y unos calzones rositas. Debo de admitir que me resultó bastante tierno su ropa interior, aún que sentí algo de culpa por verla así sin que ella se enterará. Su cuerpo era delgado pero sus caderas eran un poco más anchas que sus hombros. Su busto era pequeño al igual que su cintura. Me quedé mirando su cuerpo unos segundos sin decir nada.
¡Tae ya basta! No sabes ni cuántos años tiene esta niña.
Agite mi cabeza de lado a lado y comencé a vestirme lo más rápido posible. Tome su mochila rosa que se encontraba debajo de su cama, su celular que se encontraba en su escritorio  y salí de la habitación.

8:00 AM
Me encontraba sentado en el asiento de enfrente junto a su madre que venía manejando.  El silenció se encontraba ahí y era algo bueno para mí. No quería entablar conversación con su mamá, no sabía nada de esta chica y lo que quería evitar era más problemas de lo que ya parecía que yo estaba teniendo.
— Hoy te regresaras sola, tengo que ir por algunos pedidos. — Dijo ella sin quitar la mirada de enfrente y asentí. — Que tengas un lindo día mi amor.
El carro se detuvo y ella me dió un beso en la mejilla.
— ¡Adios! — Dije mientras bajaba del auto.
Cerré la puerta y de inmediato arranco para irse del lugar donde me había dejado.
Voltee detrás mío, pude ver una escuela de gran tamaño y edificios a su alrededor. Realmente aún estaba indeciso si entrar a clases o  ir la casa donde se encontraban todos los chicos de bangtan. El problema era que si iba a la casa, de seguro iban a llamar a seguridad y me iban a tomar de a loca.
Saqué el teléfono del bolsillo de su saco e intenté marcar mi propio número. Definitivamente  ella no iba a entrar a las clases hoy.
—Hola. — Pude escuchar del otro lado del teléfono  mi voz.
— ¿Quién mierda eres? — Pregunté en un tono molestó pero sin gritarle.
— Y-yo...¿Eres Tae?
—Claro que soy Tae ¿Quién esperabas que estuviera en tu cuerpo?
—N-no sé.— Respondió tartamudeando y soltó un suspiro.
— Eres la que hace estas cosas ¿Y no sabés?— Pregunté de nuevo y comencé a caminar alejándome de la escuela.
— ¿Por qué dices que yo hice esto? — Dijo ella gritando.
—No grites, todos te escucharán. Necesitamos vernos en alguna parte y hablar.
— ¿Y dónde se supone?
— Creo que estaría bien en la plaza Gagnam. Marca el número de chófer y avísale que te dejé ahí, usa un cubrebocas para que nadie te reconozca y un bucket hat. No ocupes ropa muy llamativa igual, por favor
— Si jefe. — Le escuché decir.
— Bien  ¿y como llego yo? — Pregunté mientras seguía caminando sin rumbo alguno.
—  Sola toma el subterráneo y pregúntale a algún oficial como llegar.
— De acuerdo, te veo a las tres. —Dije por último y colgué.
Seguí caminando intentando saber a dónde iba, solo podía ver más grandes edificios y carros que pasaban sin parar.  Me detuve pensando en lo que ella me había dicho cuando hablamos por teléfono.
¿Subterráneo? Demonios, ella ni siquiera trae dinero.

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Holaaaaa, perdón por la tardanza, he tenido bastante tarea. Si les está gustando la novela no olviden votar y comentar para saber sus opiniones uwu
-𝓘𝓽𝓼𝓛𝓟𝓪𝓻𝓴

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⏰ Última actualización: May 11, 2020 ⏰

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𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒊𝒏𝒈 𝑩𝒐𝒅𝒊𝒆𝒔 | ᴋ. ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ (김태형)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora