Me enamore de Mario Bautista

*

El resto del día se pasó de volada, eso era una ventaja, las cosas con Mario me las voy a llevar más tranquila, todo el trayecto que he caminado con Bere hasta el aula he pensado que me fatigo mucho en pelear con Mario.

Al terminar las clases me fui caminando a casa [Rose…Rose], Esa voz, la de mi… madre?, me detuve un segundo y analicé lo que escuche, ¿Por qué se me vino a la cabeza la voz de mi madre?, era extraños recordar a mi mamá, ¿Por qué me habrá abandonado?, ¿Por qué la sueño?, miles de preguntas empezaron a intrigarme, ¿Por qué debería preocuparme? Vivo feliz con mi familia de ahora… Seguí el paso hacia mi casa hasta escuchar una motocicleta atrás de mí.

-Ey! Tú!..-Dice una voz masculina, voltee y rogué por dentro para que no fuera Mario. Si hubiera apostado un millón de pesos de que era Mario… ya hubiera ganado.-Olvidaste tu sudadera-esboza una sonrisa, una sonrisa de burla, ¿Qué tiene de malo una sudadera de una Cebra?.

-Em… gracias-Estiro el brazo para tomar la sudadera.

-Te gustan las Cebras?-Pregunta mientras ríe bajo. Este tipo pone de malas, cierro las manos en puño mientras sostengo la sudadera.

-Si.-Digo en seco y volteo y comienzo a caminar, no estoy de buenas para “charlar”.

-Hey, no huyas.- Un momento… de donde saco la motocicleta?, bah, de seguro se lo llevo uno de sus guarda espaldas.

-Que es lo que quieres Bautista?.- Digo en un tono alto, no estoy como para sus cosas, estoy muy agotada y lo que quiero es llegar a casa comer y descansar.

-Tranquila, solo quería ser caballeroso y llevarte a tu casa-Sonríe, lo miro con cara de seriedad, está retrasado ¿verdad?.

-Déjame en paz Mario…-Dije tranquila y… cansada, seguí caminando vi a  Mario pasar con la motocicleta he irse. Un peso de encima se ha ido, Por fin…

Entre al fin a mi dulce hogar y me dirigí a la cocina para saludar a mamá.

-Hola mamá-Le digo y le doy un beso en la mejilla.

-Hola Rose ¿Cómo te fue en el colegio?-Sonríe mientras con una mano está mesclando algo en una olla.

-Muy bien, estoy muy cansada mamá solo quiero comer y dormir, ¿Qué estas cocinando?

-Cocino un caldo de pollo.-Me sirve en un plato hondo con verdura, mi nariz estaba disfrutando del olor de la sopa, era maravilloso, debo de admitir que mamá es una gran cocinera.-Termina esta sopa y te iras a dormir.-Sonríe y me guiña un ojo.

Me senté en la mesa y empecé a disfrutar la deliciosa comida, era tan deliciosa que empecé a imaginarme a la ratita que sale en la película de ratatouille cocinando esta deliciosa sopita…

-Hija… me estas escuchando?

-Perdón que paso mamá?-Dije, al parecer esa sopa me pone a imaginar muchas cosas, ya no debo comer más sopa…

-Dije que te quedaras sola esta tarde, tu Papá se quedara más tiempo en el trabajo y Bruno se quedara con tu Tía Lourdes a jugar con su primo y yo me iré a una biblioteca a firmar libros, así que te quedas sola en casa.

-Enserio mamá?-Dije sorprendida, por fin casa sola para mi.

-Si, y por favor no hagas un desastre hija.

-Mamá, como crees-Dije en tono de obviedad. Me encanta estar sola en casa, porque tengo tiempo para mí.

-Bueno, me voy hija llego como a las once de la noche-Agarra su bolso y las llaves del coche y me da un beso en la cabeza.

-Adiós mamá, cuídate.

-Nos vemos hija.-Dice mientras se aleja.

Termino de comer y pongo el plato en el lavabo. Me dirijo a mi cuarto con mi mochila y la dejo en mi escritorio.

-¿Me voy a descansar…o toco el piano?-La verdad si estoy cansada pero no hay nadie en casa y quiero aprovechar para practicar o relajarme en tocar música clásica. Bajo las escaleras y me dirijo a la biblioteca, abro las grandes puertas de madera y ahí está, un gran piano de madera… Partituras con las estrofas más hermosas de una canción “O Mio Babbino Caro”. Me senté en la pequeña silla y coloque mis dedos en las teclas, empecé a leer las notas y comencé a tocar, cerré los ojos un momento mientras analizaba la música que tocaba y entraba a mis oídos. Es algo extraño que a una chica de dieciocho años le guste la música clásica, pero esto lo disfruto y mucho. Y fue ahí, empecé a cantar.

-O mio babbino caro, 
mi piace è bello, bello; 
vo'andare in Porta Rossa 
a comperar l'anello! 

Sì, sì, ci voglio andare! 
e se l'amassi indarno, 
andrei sul Ponte Vecchio, 
ma per buttarmi in Arno! 

Mi struggo e mi tormento! 
O Dio, vorrei morir! 
Babbo, pietà, pietà!

Narra Mario:

-Hey! Mario, préstame tu cargador de tu celular, no encuentro el mío.-Dijo mi hermano Jan Carlo.

-Ten.-Se lo entregue-ME LO DEVUELVES JAN!-grite mientras se alejaba

Me senté en mi cama, tome mi mochila y empecé a buscar mi pequeña cajita de chicles de mora azul.

-Me lleva!...-Recordé que esa cajita de chicles lo metí en la bolsa pequeña de la sudadera de Rose. Me levante de la cama enfurecido y Salí de la casa para dirigirme a la casa de Rose, EXIJO mis preciosos chicles.

Ya estaba enfrente de la puerta de la casa de Rose, toque el timbre y no habría nadie, empecé a enojarme. [Mario respira hondo y relájate] me dije a mi mismo. Tome la manija de la puerta y le di la vuelta, y bien… estaba abierto, me adentre a la casa para ir en busca de mis chicles.
Camine hasta la sala y escuchaba un ¿Piano?, seguí la música que estaba escuchando, ahora una ¿voz? , mis ojos supusieron como platos, era una voz… hermosa. Seguí siguiendo la magnífica música que escuchaba.
[Viene de esta sala?] Unas puertas gigantes de madera.
La abrí con mucho cuidado, y ahí estaba ¿ROSE?!, Rose canta?...

-Rose…

Narra Rose:

-Rose…

Sobresalte al escuchar una voz MASCULINA?.

-MARIO?!! QUE HACES A QUÍ!?-Grite, ¿Cómo se le ocurre a este degenerado entrar a mi CASA?

-Acaso cantas?-Dijo con una profunda tranquilidad

-ACASO ESTAS LOCO! MARIO!? COMO SE TE OCURRE ENTRAR A MI CASA!?-Dije con una gran furia!, y peor, entrar con una tranquilidad y sin avisar.

-Toque el timbre! Y no me habrían!-Dijo ahora el gritando.

-QUE ES LO QUE QUIERES?!.

-DEJE UNOS CHICLES EN TU SUDADERA DE CEBRA!, POR ESO VENIA!-Ahora era una guerra de gritos.

Corrí a mi habitación enfurecida, agarre mi sudadera gris y saque los malditos chicles que quiere Mario. Baje corriendo de las escalera y Mario estaba en la sala.

-TEN TUS MALDITOS CHICLES!!-Dije mientras se los aventaba en su cara.- Y NO VUELVAS A METERTE A MI CASA!-Estaba muy enojada, muy enojada.

-NI QUE QUISIERA VOLVER A TU CASA DE ESPANTOS!-Dio la vuelta y se dirigió a la puerta!, mientras salía la azoto de enojo.

-PUDRETE MARIO BAUTISTA!!

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Hola!:c perdon ya los tenia muy abandonados!:c lo siento!:c me surgen muchisisimas cosas!:c espero subir seguido enserio! lo siento!:c

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