Mi hilo contigo

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Dicen que el hilo rojo conecta a dos personas que están destinadas. Que a pesar de todo se encuentran, si se separan el destino los vuelve a unir. "Un hilo rojo invisible conecta con aquellos que están destinados a encontrar, sin importar tiempo, lugar o circunstancia. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca se romperá".
Nos separamos, ambos nos sabíamos lo que sentíamos, cuanto nos amábamos, pero tal vez, sólo tal vez aún no era nuestro tiempo, tres años juntos, a lo mejor el tiempo de nosotros se había ya acabado, no lo sé. Solo duele, me siento bien un instante, pero después me desvanezco ¿tú te desvaneces?

Nuestras vidas mejoraron, así lo comenzamos a ver, conocimos personas, bueno yo conocí personas, salí, trabajé, estudié y jugué, mejore cosas y con el paso del tiempo dejé de llorarte, unos días te extrañaba, otros estaba muy bien.
Recuerdo que batallé muchísimo y que no sabía que hacer, lo único que hacia era que si me invitaban a lugares iba, si tenía un deber lo había, y todo por salir de mi zona, fue una batalla interna, no estaba ya acostumbrada a hacerlo yo sola, pero tenía que aprender a hacerlo sin ti y eso no venía con instrucciones. Conocí a un muchacho, era agradable y me hacía reír y si, también me ayudo a no pensarte, sola me quite ese vicio, el de querer encontrarte en alguien, porque siendo sincera, no hay nadie como tú, podría tener tus gustos y algunos pensamientos así como los tenías tú, pero jamás serán tú.
Un día deje de pensar en cómo sería si nos volviéramos a encontrar, si nos volviéramos a ver, porque siendo honesta, todos los días lo pensaba, en cómo sería. En mi mente se veía tan bien y se sentía bien, pero en la realidad dolía, porque tal vez eso nunca pasaría. También en mi mente tenía momentos en donde te veía con alguien más, abrazándola y besándola y eso en serio me desgarraba, me dolía el alma y eso que sólo era imaginación, si lo hubiera presenciado creo que sería una de las peores escenas de mi vida. Creo que por eso fue el porque te bloqueé de todos lados y sola me regañaba si llegaba a querer desbloquearte.

Volvía hacer mi vida, deje todo atrás y lo que viví contigo lo guardé en mi corazón. Lo deje ahí, porque eras o eres importante para mi.
No niego que volví a tener tropiezos, estaba concentrada en la escuela a pesar de mi horario, estaba ya siendo algo pesado y tener que trabajar, e ir al gimnasio y jugar hacían que se volviera pesado, pero quería estar haciendo algo. Estoy por terminar sexto semestre de mi carrera, ya sólo dos más y me gradúo, se paso todo tan rápido y eso que decía que no lo sería así, de la nada aquí estaba, sentada pensando en cómo le haré con mi tesis y si logro que la aprueben. Todo eso lo veía tan lejos y ahora está tan cerca.

Volví a enamorarme, volví a sentir ese sentimiento, estaba feliz, salíamos, cantamos, jugábamos y aunque había algunas cosas que no hacíamos juntos, éramos una pareja y estábamos bien. Fueron lindos esos meses, pero le pusimos fin, no quedamos en mal términos, a veces todavía hablábamos, muy a lo lejos, pero seguíamos teniendo contacto. ¿Lloré? Creo que nada más cuando llegamos a ese acuerdo, en que era lo mejor, pero de ahí ya no, creo que fue por eso mismo, le deseo lo mejor, es un buen muchacho.

Llevo un año desde que todo pasó, y me acordé de ti, con una gran sonrisa, y con el corazón acelerado, espero y estes bien y que estés siendo muy feliz, es lo que pensé al recordar tus ojos y esa sonrisa. Escuché a tu artista favorita, y así estuve todo el día, lograste en cierta parte que también se convirtiera en la mía, no paré de escucharlo, fui al trabajo y lo puse, no me hartó, al parecer eso me puso muy contenta.
Salí del trabajo a las 7:30pm como cambio el horario, también cambio mi salida, aún está el sol, estaba hermoso el atardecer. Decidí irme caminando, tenía ganas de caminar e ir escuchando música, siempre se siente bien. Mientras caminaba iba distraída, veía todo a mi alrededor y me puse mis dos audífonos, tenía que disfrutarlo. Me estaba sintiendo tan bien, llegue a una tienda porque se me antojó un agua y un muchacho estaba siendo atendido, lo tomé normal, agarre mi agua y espere a que terminaran de atenderlo y cuando se volteo vi esa mirada de ojos dilatados, con su color único, que siempre fueron así para mi, no eran ni cafés, ni verdes, era como hazel, pero dependía del día y del color de tu ropa. Su cabello estaba más largo y algo diferente, bueno su peinado era distinto, pero ahí estaba él. Después de un año sin saber absolutamente nada de él, me lo encontré en el lugar menos esperado.
Mis mejillas se sienten tan calientes, como antes, cuando él me decía cosas tiernas y no sabía cómo reaccionar. Pero ahí estaba él, otra vez, el mundo se detuvo para mi y sólo podía escucharlo a él, me habló me dijo un simple "hola" y levantó su mano, como tonta levante mi mano y sentí como tartamudeaba un hola, los pequeños segundos se sientieron tan bien. Hasta que se despidió. Sólo dijo "nos vemos" y yo sólo puede decir "si".
Salí de la tienda muy contenta, no me puse triste ni nada, me volví a colocar mis audífonos y seguí mi camino.
No camine mucho cuando sentí como alguien toco mi hombro, como no iba consiente en los sonidos a excepción de la música, me asuste y voltee rápidamente y estaba él, sonriéndome nervioso.
Decidió llevarme a casa, en el camino no podía hablar, quería pero no podía, pero no se sentía ninguna tensión, sino que se sentía bien. Llegamos a mi casa y le iba a dar las gracias, pero el me detuvo, no de mala manera, sino con una pregunta, la cual respondí y esa pregunta llevo a otra y empezamos a hablar, después de mucho tiempo. Creamos una conversación. Reímos, reímos tanto que se nos olvidó que el tiempo corre, llegamos al grado en donde su mamá le hablo y a mi mi mamá, ambos dijimos que estábamos al lado de uno al otro.
La noche se veía tan bella, la luna no se veía muy bien, pero por alguna razón todo estaba iluminado. Mientas estábamos juntos, hablamos sobre lo que hicimos en nuestras vidas, le conté lo que había hecho y el lo que había hecho y lo que platicábamos lo recordábamos y no hubo silencios incómodos. Ya era tarde, pero ambos estábamos cómodos y contentos. El saco el tema, y lo hablamos, creí que iba a ser muy incómodo, pero no, nos reímos de cosas que eran ridículas, le pedí perdón por por las palabras que esa noche dije y dijo que no me preocupara, que el también las había dicho y ambos estábamos bien.
Lloramos, tenía mucho que no lloraba y sentí un alivio, verlo llorar no me gustaba, pero deje que el también lo sacara. Hicimos cosas en el pasado que no supimos porque lo habíamos hecho. Pero aquí estábamos, abrazados, riéndonos y llorando, recordando, estamos frente a lo que veíamos como una oportunidad. Ahora él fue el que se animó a besarme primero. Y ese beso logro que mis sentimientos y pensamientos se calmaran, se sintió como si él estuviera comunicándome que todo va a estar bien esta vez.

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