Hanako, hoy mi mamá hizo espagueti, le dije que no tenía hambre y me pegó. No sé porque.
Hanako, he estado pensando en lo que hablamos la otra vez. No tengo una desición final, pero, pero tal vez es un sí.
¿Me odias? Lo soporto, es razonable. Tal vez pienses que para mí, no fuiste nadie.
Pero no es así, tú fuiste mi todo.
Te quiero Hanako.
—Midori