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Beverly odiaba estar en casa y no obstante hoy era el comienzo de clases y tampoco quería salir..

Las cosas habían cambiado durante ese supuesto verano donde hubo mas días de lluvia que soleados. Marsh se mudaria con su tia dentro de unos 3 meses pues ella le mantenía sus gastos y la comida mientras vivía sola, ya que su padre estaba hospitalizado.

Estaba en coma por un golpe en su cerebro que le daño parte de sus funciones vitales. Nadie le quizo creer a Beverly que fue ella quién causó ese golpe, mucho menos su tía que odiaba con creces al padre  de la joven.

Uno creería que es muy tonto o muy enfermo a juzgar por las cosas indescriptibles que le llego hacer su padre, pero Beverly no podía retener ese sentimiento de remordimiento y de culpa.

Beverly no paraba de sentir eso, Culpa, mucha culpa.

Mas cuando algo te lo recuerda todos los días.

Ella no estaba aún de animos de verle la cara a Greta y a su grupo de niñas que la fastidian como es común todos los años, y menos para chocar incomodas miradas con alguno de sus "amigos" , o Bill, porque siempre esperaba una sonrisa, un saludo, un ademán lo que sea que le confirmará que ninguno la relegaba.

Pero nada de eso ocurría.

Decidió, pues, que hoy ella no asistiría a la escuela, tal vez al rededor de una semana o el tiempo suficiente hasta mantenerse lo suficientemente fuerte para resistir esas cosas.

Apagó la alarma de su reloj y se acurrucó en su suave cobija de algodón para seguir durmiendo.

Pero alguien no le permitiría aquello.

—Bev, Bevvie..—Habló una voz suave, susurrante, llamando a la pelirroja mientras peinaba sus cabellos con delicadeza—

Sus manos se sentían calidas, era un sentimiento reconfortante que la obligaba a despertar.

Eddie cuando no estaba gritando, discutiendo o hablando excesivamente rapido, su voz se transformaba en algo muy distinto, se volvía linda, muy acogedora..

Beverly  abrió  un poco sus  ojos y  tuvo que frotarselos ya que algunas veces, lo que sea que fuera eddie ahora, desprendía una inexplicable luz, más sus alas blanquecinas que pareciera como si cada una de sus plumas brillará por su cuenta.

—Tienes que ir a la escuela tonta. Si quieres hoy en la noche te ayudo con tu plan de estudio..—Beverly sonrió ante la dulzura de Eddie, si era cierta la teoría de qué él era una alucinación, su cerebro había hecho un gran trabajo en materializar la ternura del chico—.

—Eres muy dulce Eddie, pero no gracias. Hoy no iré.

—¿Pero qué dices? ¡Tienes que ir Beverly! ¿No te emociona finalmente respirar aire libre? ¿Hablar con personas de carne y hueso?

No en realidad, me he vuelto muy introvertida—La joven miro su ventana y se levantó con  la intención  de cerrarla, la cual colaba destellos de luz tan intensos que le hacían doler sus ojos ya tan acostumbrados a la oscuridad—Además no me siento bien..

—¿Tienes fiebre? ¿Estás caliente? Olvidalo, no importa. Te haré un té de inmediato—La repentina inquietud de eddie hacía la salud de Beverly era tan adorable, sonrió ante eso, además de que el sentirse amada le levantaba un 5% sus animos—.

—No de esa forma. Diría que es algo más emocional.

—¿Aún?

—Si, no creas que es fácil para mi verte todos los días. Eres básicamente un recuerdo vigente de-..

En Vida ‡Reddie‡ [Au! Angel/Demon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora