Saga Rubí - Diamante

Capitulo 5

Capitulo 5

— ¿De qué hablas Falk?— Cuestiono Gideon— Él lo invento todo, esas pueden ser falsas, que se yo, él lo único que quería era la inmortalidad y………

— Son reales, estoy seguro, y tienes razón él quiere la inmortalidad, el aun lo puede conseguir………………

— Si — Lo interrumpí — pero para eso yo tendría que morir y si yo soy inmortal y yo no quiero morir, entonces ¿Cómo la puede conseguir?

— El aún es inmortal —Falk dio un pequeño suspiro— Solo que desde el nacimiento de Gwendolyn, el envejece, mas no puede morir, el piensa que ahora ya no es inmortal pero si lo es y, acerca de la cura a todas la enfermedades se da, bueno, eso no está muy claro, como siempre, pero claramente el rubí y el diamante están involucrados…………………

— Y cuando eso suceda el Conde pierde la inmortalidad—Dijo el Doctor White que apenas llegaba con el pequeño Robert a su lado— El me las leyó antes de entregártelas Falk, y creo que tienes razón en todo lo que has dicho, yo también deduje lo mismo.

— ¿Y cómo es que el Conde, después de tantos años, no lo descubrió?— Pregunto Gideon, pero aún estaba muy pálido. — Falk podrías mostrarme las profecías de las que hablas.

— No creo que sea prudente que tu las leas......—Replico Falk

— Creo que tengo el derecho de leerlas.

— No creo que sea buena idea......

— Muy bien, Gwendolyn, nos vamos....

Falk saco unos papeles que lucía viejos de una vitrina y se los tendió a Gideon.

— Toma — Le dijo enfadado — Y respecto a tu pregunta anterior, puede ser que el Conde pensara que eso ya no era importante y el solo quería la inmortalidad, así que esto debió pensar que ya no le incumbiera, pero si no nos la hubiera ocultado podríamos deducir su propósito y echaríamos todo a perder.

Mientras él hablaba Gideon se puso a leer las profecías y de repente note que se ponía aún  más serio y pálido como si hubiera visto a un fantasma, a lo mejor era algo malo que habia con esas profecias, supuse.

— Muy bien, ya entiendo—Hablo después de unos segundos— pero creo que a los que deberían proteger en este momento es a la familia y amigos de Gwen, a nosotros no nos puede hacer nada, no sé si estén atrasados de noticias, pero somos inmortales…………

— Si, si, ya lo han explicado, pero eso está demás………………

— Ahorita sé que el presupuesto de la logia ha bajado un poco, pero sé que aun así contrataran personas para cuidarnos, así que creo que primero deben conseguir para los demás y luego para nosotros.

— Tiene razón—Le di la razón a Gideon—ellos son los que corren más peligro que nosotros, a ellos los puede………matar y a nosotros no.

— Muy bien—Se rindió Falk— Mañana mismo ellos tendrán vigilancia y en cuanto a ustedes, quiero que se mantengan juntos y espero que, a más tardar, una semana conseguir también para ustedes dos.

— Hecho — Dijo Gideon — Ahora creo que debemos retirarnos, ya han dado las once de la noche y Gwendolyn tiene que llegar a casa.

¡¿Cómo?! ¡¿Las once?! ¡¿Adiós a la cena otra vez?! ¿Pero como ha pasado tan rapido el tiempo?

Gideon le tendió las profecías a Falk.

— Yo los acompañare en la limosina— Ofreció Mister George

— No se preocupe Mister George, traje mi coche, la llevare a casa.

— Buenas noches—Dije dirigiéndome a todos.

— Buenas noches—Me respondieron algunos.

Salimos de la sala del dragón para ya irnos del Temple.

¡Por fin! ¡Camita, ya voy en camino!

— ¡Esperen!—Oímos al Doctor White justo antes de que diéramos la vuelta hacia la salida—Necesito hablar con ustedes.

Le dirigí una sonrisa a él y a Robert, Robert me regreso una sonrisa, más grande de lo habitual.

— Creo que esta demás comentarles esto pero……—hiso una pequeña pausa— no dejen que nadie, absolutamente nadie los separe, el Conde tiene muchas fuentes, él puede hacer lo posible para que eso suceda y tu Gwen te suicides o cometas alguna locura, deben tenerse mucha confianza, no dejen que el conde los manipule, ustedes son los únicos que pueden vencerlo.

Gideon y yo asentimos un poco desconcertados.

— Si—Dijo Gideon— Usted no se preocupe.

— Muy bien, con cuidado y que pasen buenas noches.

— Igualmente—Le dije

Gideon condujo sin decir ninguna palabra, estaba muy serio. Cuando llegamos a mi casa por fin hablo:

— Deberías entrar, ya es muy noche y tu mama debe estar preocupada.

Sí, eso era cierto, pero quería saber porque estaba tan serio, porque se puso más serio después de ver esas profecías ¿Qué decían?

— ¿Por qué estás tan serio?

— Es mejor que entres tu mama…………

— No me iré hasta que no tenga una respuesta.

El no dijo nada y poso su cabeza sobre el volante.

¿Por qué no me quería decir? ¡El doctor White nos acaba de decir que nos tengamos confianza y el simplemente no me quiere decir que le pasa, ahí no está demostrando que me tiene confianza!

— Gideon………

— Es solo que estoy preocupado por ti, el Conde es muy poderoso y yo no quiero que te pase nada.

— No me va a pasar nada, estaré bien.

Me dio un beso en la frente.

— Es mejor que entres, enserio tu mama se va a preocupar.

Suspire y me di por vencida.

— Muy bien, buenas noches.

— Buenas noches, y cuídate.

— Tu también.

Me dirigí hacia la puerta y toque el timbre, creo que debería tener unas llaves de la casa, por si acaso.

Me abrió mister Bernhard, muy amable y elegante como siempre.

— Miss Gwendolyn, la esperan para la cena.—Me informo—Están muy nerviosas, desde que recibieron una llamada de la logia……

— Gracias mister Bernhard, les podría decir que no me siento bien y que me disculpen pero me iré a descansar.

— Me parece bien, últimamente no ha descansado lo suficiente…………yo les informo.

— Gracias.