Admito que me consumió, me despedazó, me destrozó. Pero también admito que me hizo mirar hacia adelante y entender que todo en esta vida tiene un motivo. Y que cuando has sufrido mucho, llega el día en el que todo empieza a doler menos.
Mi nombre es Elizabeth parkert, nací el 2 de marzo de 1997 en Portland E.U. desde muy pequeña me ha gustado la literatura pero es ahora donde decido contarles mi vida, mi mundo y algunos de mis pensamientos.
Nunca logre imaginar que tan difícil puede ser perder el amor de tu vida, y es que quien cuando es "feliz" podria imaginarse eso. siempre me confíe y viví de ilusiones, imaginandome el mundo Perfecto, ese mismo mundo que toda chica a esta edad desea tener, pero es en un instante donde la vida te cambia de una manera radical y a mi en esta ocasión me castigo de la peor manera llevándose a la persona que amaba, amo y amare por el resto de mi vida. Supongo que nuestro destino no era estar juntos ya que de lo contrario todo hubiese salido bien.
Aunque lo considero "el amor de mi vida" no me cabe en la cabeza pensar como alguien puede ser tan desconsiderado dejándose llevar por la irá y los celos. me demostró que era una persona cobarde e insensible, aún así fue la experiencia más depriminte y desgarradora que jamas he vivido.
Cuando tenia 15 años decidí entrar a una academia de baile pues lo único que hacia era estudiar dia y noche, estando allí me siento un poco tímida y decepcionada pues nunca le había temido ha algo y menos a alguien pero en este caso me había fijado en el chico que bailaba de una manera sensual y seductora intentaba concentrarme en lo mio pero se me hacia imposible, el no me prestaba ni la más mínima atención y eso me hacia sentir mal, cuando la señora emma me presentó ante el grupo todos se mostraron amables y felices, yo estaba satisfecha y segura de que iba a salir de la monotonía, la única persona que no mostró reacción alguna fue el.
Empezamos con un estiramiento leve. Yo desde pequeña he amado la musica así que a veces me tomaba tiempo para bailar y perderme en cada nota, en cada sonido que me resultaba fascinante entonces esto no seria nada nuevo, pasan más o menos 15 minutos y el joven que tanto he admirado físicamente agarra su maleta y se despide de todos con una gran sonrisa, se acerca mientras lo observo al parecer ya se dio cuenta que me llama mucho la atención
-adiós elizabeth- dice mientras me examina de pies a cabeza con la mirada, yo siento un gran vacio en mi estomago y un gran cosquilleo es algo parecido al "amor a primera vista" aunque estoy segura de que exagero porque no lo conozco ni siqueiera se su nombre pero es perfecto antes mis ojos, es alto, su cabello un poco despeinado y despreocupado tiene grandes ojos color marrón, labios rosados y atractivos, y un cuerpo incomparable.
Me quede anonadada, pensé en ese momento que aquel tipo que en 15 minutos o quizás más ya que cuando yo llegue el ya se encontraba allí, nunca paro de bailar sin siquiera fijarse en las personas que tenia a su alrededor como yo por ejemplo, sin embargo, ahora se estaba despidiendo supongo que por cortesía, aunque su mirada me pareció un poco extraña.
-A adiós- es lo único que logró decir con una sonrisa un poco tímida mientras siento que mis mejillas se sonrojan y mis piernas se ponen como gelatina. El me dedica una sarcástica e intimidante sonrisa mientras los demás nos miran de una manera algo extraña y sorprendida, me costó mucho volverme a concentrar después de todo mi mente daba vueltas y vueltas y si, lo se es algo apresurado pero me doy cuenta que el tiene algo especial algo que me atrae es como un imán, un imán que solo he visto una vez en la vida y que quizás no vuelva a ver.