Leatherman. El comienzo.

Un extraño regalo de navidad.

Un día lleno de nieve anunciaban en los noticieros de la televisión, no había nieve desde hace 5 años en la pequeña ciudad de Pocol, todas las escuelas y muchos comercios habían cerrado semanas antes, algo que alegro a los pequeños, que tendrían una semana más de vacaciones por el clima, entre ellos uno bastante especial se diría, o con muy mala suerte.

Era el 24 de diciembre del 2020, esta ciudad no resalta mucho de las demás del país si ignoramos que un Leatherman fue abatido, se preguntaran que significa eso, es un grupo de terroristas y no cualquier grupo, es el más famoso y buscado de todo el mundo, han atacado a todas las potencias mundiales, en fin volvamos con este chico “especial”.

Alexander, o como a él le gusta que lo llamen Alex es un chico de cabello color chocolate un poco lacio dejando un fleco que cubre su frente, de piel blanca tonalidad pálida digamos, de cejas gruesas, ojos negros que parecen abismos por sus oscuras ojeras, de respingada nariz, de cuerpo robusto, de 1.70, viste colores oscuros, una camisa de manga larga color vino, un pantalón de mezclilla azul marino y unos converse verdes, todo el tiempo usa una bufanda negra con franjas rojas.

Caminaba con un paso lento mirando la nieve que empezaba a caer de nuevo, los copos se derretían en su cabello derritiéndose y mojándolo poco a poco una extraña sensación para él, se secaba ocasionalmente con sus guantes negros, un poco distraído al caminar ya que casi chocaba con los postes, llego a una pequeña tienda donde compro leche y huevos, regreso a su casa con el mismo paso lento, que mas bien parecía que lo empujaba una fuerza invisible, abrió la puerta de su casa y sus dos pequeñas hermanas gemelas se abalanzaron sobre él, de cabello color miel, de ojos grandes y negros, de piel bronceada con pecas en sus mejillas y brazos, tendrían algunos 8 años de edad, llevaban vestidos color pastel que giraba con cada salto de sus juegos, brincaban de emoción al ver que su hermano volvía.

-Trajiste la leche para el chocolate- dijo una niña jalando de un extremo de su bufanda

-Si, casi será navidad, pondremos galletas y chocolate a papa Noel- dijo la otra niña idéntica mientras tomaba el otro extremo de la bufanda

«Me gustaría arruinar su ilusión»- pensó Alex mientras sonreía

Entraron con gritos de alegría a la cocina como si llevaran una bandera, jalaban la bufanda bajando y subiendo a su hermano, sus padres conversaban felices sobre los regalos pero al ver aquel alboroto dejaron de hablar para no levantar sospechas y se burlaban de la escena de tener a todos sus hijos en casa.

-Volviste rápido, espero que no sea una tormenta fuerte- dijo la madre que tenía el cabello color chocolate llegando a los hombros, de mejillas rojas, de piel blanca, alta y delgada, llevaba un vestido beige hasta las rodillas, dibujaba una sonrisa en el rostro al ver sus hijos jugar

-Empezó a nevar- dijo Alex ignorando a sus hermanas, mientras ponía en la mesa la leche y huevos como si fuera una enorme carga

-¡Mama, podremos ayudar en las galletas!- grito una niña mientras daba saltitos para ver los ingredientes en la mesa

-Claro Trixie, tú y Amy me podrán ayudar- dijo la madre contenta

-¡Sí!- grito la otra pequeña

-También tu puedes ayudarnos Alex- dijo la madre volteando la mirada hacia su hijo