Yo no lo sabía 🔞 𝓨𝓸𝓸𝓷𝓶𝓲𝓷 OS

Habitación 779

Yoongi

Ser bisexual en un grupo de siete hombres incluyéndome, podría parecer un sueño para la gente que no entiende la atracción, el deseo sexual o la orientación sexual.

No, no me veo atraído por los seis, o deseo tener sexo con ellos o formar una orgía. Es más complicado que eso.

Mi atención fue atrapada únicamente por uno de ellos. Viéndolo en retrospectiva que asco de persona soy. Aunque en corea él ya tenía 18 años, internacionalmente el era solo un niño a diferencia de mi.

Joven, soñador, excesivamente entusiasta a debutar ya que se le había dado la oportunidad. Me vi reflejado en su esfuerzo y pasión, intentando ser siempre el mejor a tal punto de desfallecer por no comer, no dormir o sobre exigirse. Rapear se le daba fatal, pero su timbre de voz era perfecto para completar y darle un toque único a nuestras canciones, se lo sugerí a Bang PD nim desinteresadamente, rezando por primera vez para que me escuchara.

Su belleza exótica nada tuvo que ver con mi inusual entusiasmo a su integración oficial al grupo. Ni siquiera había notado sus ojos color avellana debajo de ese enorme armazón que llevaba por anteojos, ni lo abultados, rojos y humectados que se veían sus labios tras morderlos y lamerlos en cada entrenamiento de baile. Tampoco su redondito trasero que se marcaba con los pantalones deportivos o sus piernas firmes que desnudas adornaban el pasillo cuando caminaba en bóxer por nuestro pequeño departamento. Quizá me mienta a mi mismo, y un 40% de mi intervención se deba justamente a querer verlo más tiempo.

Auto friendzonearme fue la mejor manera de mantenerme cerca y a la vez alejado de él, deseando no arruinar a la agrupación que con tanto esfuerzo habíamos levantado y logrado llevar hasta donde ahora estábamos. 

La belleza de Jimin, así como su carisma lo llevó a llamar la atención de muchos otros artistas. Entre ellos Lee Taemin. Maknae de la agrupación Shinee y su actual novio. Habían ocasiones en las que sentía que no podía estar a su alrededor, principalmente cuando, ignorante de mis sentimientos hacia él, hablaba de su noviazgo. Esa noche de mayo fue una de esas ocasiones en que el amor que creció en mi se volvía abrumador y difícil de tratar. Ocasionando un estado de animo depresivo e irritable, repelente para los demás miembros.

-Hyung- la puerta en mi habitación de hotel sonó con la dulce voz del chico que amaba, si había alguien en el mundo capaz de atravesar mi odiosa muralla en mis días malos era el chico que con voz suave me llamaba -Yoongi hyung abre por favor, traje comida y bebida- con un suspiro abrí la puerta siendo recibido con esa hermosa sonrisa que desaparecía sus ojos.

-Me siento mal Jimin, solo vete- intenté cerra la puerta y su pequeño pie se interpuso mostrando ese carácter que poco dejaba fluir.

-No has comido, no pediste nada para comer, no bajaste con nosotros y en el avión no quisiste comer- Su cara seria y molesta era algo glorioso de ver, su mandíbula salia un poco, sus labios se rellenaban, pero sus ojos era el atractivo más resaltante, esa mirada severa y dominante que te dejaban saber que no iba a aceptar tu mierda. La mirada que lograba que me abriera y a la que nada podía negarle. Aunque en realidad la simple existencia de Park hacía que mi patético ser le dijera sí a todo lo que quisiera.

Con un suspiro resignado le permití entrar y me sonrió emocionado, movió el asiento de la esquina y con una toallita desinfectante lo limpió, puso la comida arriba y tomó mi mano. Él apenas comía, su problemas de alimentación era algo así como un secreto a voces, pero era una preocupación constante para mi.

-Que sucede, no estás comiendo- su sonrisa se veía triste, distante.

-Hyung, ¿crees que estoy gordo?- Preguntó tomando de su copa de vino y moviendo el liquido para evitar mi mirada. No era la primera vez que hacía esa pregunta, me había dado cuenta que solía hacerla cuando alguien hacía algún comentario sobre sus mejillas, su trasero, su forma de comer, cosa que solía ser frecuente en twitter.