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˚₊· ͟͟͞͞➳ Me gustas ♡·˚;

te amo.-

Dos palabras, cinco letras. Te amo. Fue lo que su mejor amigo de toda la vida le dijo aquella tarde a la salida de la escuela, ese dia hacia calor pero no el suficiente como para sofocarse pero kenma se sentía sofocado igual. Su mejor amigo de pequeños acaba de confesarle que gustaba de el, ¿que debía hacer? no lo sabia.

No negaba que su corazón se fue a mil por hora ante tal confesión, sus mejillas rojas haciendo su cara un tomate. Su mejor amigo gustaba de el, no es una información facil de digerir.

—¿Por...¿Por qué yo?- El rostro de kuroo solo mostraba confusión pero a la vez calma al recibir, por fin, una respuesta del pequeño rubio teñido. Una pequeña risa salio de sus labios, tomo las manos de kenma haciendo que este le mirase a los ojos, ninguno apartaba su vista del rostro ajeno apreciando cada uno de sus detalles.
—¿Por qué preguntas?. Bueno, veras eres mi mejor amigo de toda la vida, estuviste para mi como nunca nadie lo hizo, tu compañía era mi zona de confort como tambien lo era el hacer pijamadas y dormir junto a ti o abrazarte durante las noches de tormenta porque tenias miedo-.

Hizo una pausa para tomar un leve suspiro. Kenma aun lo miraba fijo como si analizara cada una de sus facciones. —Fuiste tu porque eres el unico que me entiende, el ver que no dejabas que otras personas te abracen o invadan tu espacio personal... Me hacia sentir feliz y  especial porque a mi eras el unico que dejabas que te tocase. Saber que soy al que mas confianza le tienes me hace feliz, tu me haces feliz. Kenma ¡me gustas! y me encantaría que fueras mi novio, si no sientes lo mismo lo entiendo y espero que por lo menos podamos seguir siendo amigos.-

Dos palabras.

“te amo”

Cinco letras.

“t e a m o”

Una confesión.

“Kenma, me gustas y me encantaría que seas mi novio”

Dos palabras, cinco letras, y una declaración de amor.
Kenma estaba al borde de un ataque cardíaco pero la sensación de calor en su pecho, sus manos unidas a las de kuroo, el ambiente que de por si tenia esos tintes anaranjados por el atardecer con las flores de los cerezos cayendo haciendo todo algo más romántico, hacia que su corazón tuviera una fiesta de felicidad.

Kuroo lo miraba impaciente por escuchar una respuesta salir de la boca del rubio, este al darse cuenta de la mirada del otro sacudió su cabeza y observo al pelinegro nuevamente. Separo sus manos, ante tal acción los ojos de kuroo pasaron a estar tristes pero cambio nuevamente de expresión al sentir las manos de kozume sobre sus mejillas.

—¿kenma, qu...- Fue interrumpido por un beso, kenma nunca fue bueno con las palabras y menos en este tipo de situaciones. Pero sabia que aunque no pudiera expresarse verbalmente de una forma ligera podia usar su cuerpo para dar estas señales. Ese beso lo fue, Fue la señal y las palabras que de su boca no podían salir para decir como se sentía igual de enamorado, el sabia que ese beso seria suficiente para darse a entender. 

Kuroo sabia que ese beso, tan suave y dulce era suficiente para el. El sabia que kenma no era bueno con las palabras pero tambien sabia que ese beso era sincero y lleno de amor.

El sabia que kenma también lo amaba.

Ya se habían separado, seguían mirándose pero esta vez sus ojos reflejaban amor y cariño al ver al otro. —Entonces ahora... ¿somos novios?- Kenma rio y tomo su mejilla nuevamente e hizo puntita de pies y beso su nariz. —Si-. sonrió, kuroo podia jugar que tenia un angel frente suyo, no muchas veces el mas bajo sonreía pero cuando lo hacía su sonrisa si que resaltaba era realmente hermosa. Kuroo estaba enternecido por tal acción que sin dudarlo tomo al mas pequeño y lo abrazo haciendo que ambos giren.

—Kuroo para, nos vamos a caer.- decia entre risas. —Lo siento pero no pude resistirme, eres muy lindo.- Dijo ya bajándolo, esto hizo que kenma se sonrojara y mirara hacia otro lado por lo que el pelinegro se rio mientras acariciaba su cabello.

—Bueno, es hora de irnos ya es muy tarde.- Kenma asintió y lo empezo a seguir. El camino no fue tan silencioso ya que aveces kuroo molestas al rubio solo para ver como este se sonrojaba, era realmente lindo.

Ya a unas cuadras cerca de sus hogares kenma tomo de la muñeca de kuroo para detenerlo, cuando este volteo se encontro con un kenma levemente sonrojado y con la cabeza gacha. —¿Qué sucede ken?- El recién nombrado levanto la vista y miro fijamente al mas alto, se acerco de a poco hasta tomar las mejillas del pelinegro. —Kuroo... y-yo.- Este lo observaba atentamente.

—¡Kuroo yo también te amo!- Solto, sin mas y con mucha vergüenza, pero no le importo si ahora se veia como un tomate, el queria que el pelinegro sepa que lo amaba.

Kuroo sonrió y lo abrazo muy fuerte para luego besarlo, este beso no fue tan lento como el primero pero era igual de dulce y suave.

Luego de unos minutos separaron sus labios para solo quedar con sus frentes apoyadas, ambos sentían la respiración del otro y eso era, para ellos, el momento mas hermoso.

















Aquella tarde de un viernes a la salida de la escuela.


Todo fue aquella tarde de un viernes, donde dos amigos de la infancia se unieron en un beso de amor.

♡; kuroken'°-
“un amor de niños que pudo llegar mas lejos”

dulce cielo ; kurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora