III

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Kil se despertó, se sentía como si le hubieran dado la paliza de su vida. Se incorporó como pudo y miró a su alrededor estaba rodeado de gente que no había visto nunca y él en medio de todos ellos. Estaban en la parte trasera de un camión, esposados y todos con cara de tener pocos amigos.

Kil los ignoro a todos ellos, tenía cosas más importantes en las que pensar, ¿Dónde estaba?, ¿Quién era esa chica que le había rescatado?, ¿Cómo haría para vengar la muerte de su pueblo y de su madre?. Todas esas preguntas le comían la cabeza a Kil mientras el vehículo iba avanzando hacia algún lugar que todos desconocían.

El vehículo freno en seco, y se oyó un estruendo en la parte trasera, todos se habían volcado hacia delante y ahora estaban cara con cara a escasos centímetros unos de otros. Kil hizo un movimiento autoreflejo y apartó con las piernas a los dos Gels que estaban presionandole los tobillos.

— ¡Eh! — Gritó unos de los Gels empujados que ahora estaba en la esquina contraria. — Que coño haces

Kil analizó al sujeto que le estaba amenazando, tenía una cicatriz en la cara que le atravesaba la cara desde la ceja hasta la parte inferior del ojo. Su pelo era bastante corto casi como el de un militar, llevaba una chaqueta grande pero se podía intuir que tenía grandes músculos para su edad que no era muy mayor a la de Kil.
— Me estabas aplastando y como no te quitabas te quite yo — Dijo Kil con la mayor indiferencia posible.

El Gels gruñó — Igual te tengo que aplastar la cabeza —

— Aquí te espero ojo rasgado — se burló Kil sabiendo que el tenía aún más cicatrices.

Se abrió la puerta de golpe y apareció Yulian con una sonrisa de oreja a oreja.
— Basta de cháchara polluelos ya tendréis vuestro momentos en la arena.

En ese momentos todos los Gels se miraron, sabían que era la arena. Batallas clandestinas en las que los humanos millonarios apostaban cantidades enormes de dinero para ver quién de los Gels salía vencedor.
Nunca habían estado en uno de estos espectáculos pero sabían que el perdedor siempre moría y si no había un claro perdedor los dos contrincantes serían ejecutados.

Kil solo tenía una cosa en mente, salir de allí como fuese y vengar a todo su pueblo.

Pronto llegaron Tomas, Evan y Marco, y fueron sacando uno a uno a los Gels.
Cogieron a Kil de las muñecas esposadas y le sacaron del vehículo con fuerza.
Estaban en una nave cerrada con ventanas a los laterales el suelo estaba lleno de polvo y granos de arena.

Enfrente de ellos había cuatro humanos millonarios. Se podían distinguir por la ropa que llevaban puesta. Un esmoquin negro con camisa negra y corbata dorada, era el atuendo de los millonarios.

Los siete Gels arrodillados en fila podían ver como Yulian y la chica hablaban con los millonarios, estaba claro que los iban a vender.

Kil notaba un comportamiento extraño en los millonarios. Tres de ellos estaban mirando hacia  las ventanas demasiadas veces, más de lo normal. No le dio mucha importancia.
Los simples eran gente rara y aún más si eran millonarios. Yulian y la chica terminaron su conversación con los simples y les dieron la espalda mientras de dirigían hacia los Gels.

— Tú, el de la cicatriz en el ojo, arriba.
— No. Y me llamo Luk.

Yulian empezó a ponerse nervioso y a tocarse el pelo ceniza que tenía
— Me la suda como te llames puto ojo cicatriz. Levántate ahora mismo si no quieres que te lleve a rastras y comas un poco de suelo.

Kil observó cómo los millonarios empezaban a hablar entre ellos. Parecía bastante sospechoso pero bueno, qué no era sospechoso ahí.

— Tengo hambre la verdad — Dijo Luk con una sonrisa.

En ese instante Yulian se acercó hacia él alzó la pierna y le dio con la rodilla en el mentón. Luk cayó K.O.

La chica apareció detras de Yulian.
— ¿Enserio tenías que hacer eso?
— Él se lo ha buscado no me importan una mierda esta gente.

El sonido de un cristal rompiéndose se apoderó de la nave.

— ¡Cuidado! — Gritó Kil incorporándose y corriendo hacia Yulian y la chica.

De la ventana rota había salido una granada de mano que ahora se encontraba a los pies de la chica. Los millonarios que hace un segundo estaban cuchicheando ahora teníamos pistolas como manos y las cuatro apuntando a Yulian y a la chica.

— ¡Pero qué co... ! Le dio tiempo a decir a Yulian antes de que Kil se lanzase sobre ellos y les apartase del impacto de la granada.

Yulian y la chica cayeron al suelo con Kil agujereado por las balas de los millonarios.

— ¡¿Summer estás bien?! — Gritó Yulian observando el cuerpo destrozado de Kil.

— Ss, ss, Si — Logró soltar Summer intentando entender la situación.

— Estos hijos de puta querían quedarse con los Gels y después silenciarnos sin pagarnos una mierda.

El humo que había formado la granada se estaba disipando poco a poco. Yulian y Summer arrastraron a Kil hasta la parte trasera del camión dejando un rastro de sangre por el camino. Los otros seis Gels les siguieron sin tener ni idea de que estaba sucediendo. Aunque su instinto les decía que esos millonarios no eran muy de fiar.
Rápidamente Yulian y Summer se montaron en el camión ignorando la lluvia de preguntas de los tres mosqueteros que se habían quedado dentro del camión. Pusieron el vehículo en marcha y aceleraron todo lo rápido que pudieron mientras detrás de ellos solo se oían disparos los cuales hacían saltas cachos del camión.

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⏰ Última actualización: May 12, 2020 ⏰

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