Yo que me creía, el rey del mundo, yo que era nombrado el príncipe de Slytherin, yo el que fui llamado por tantas mujeres el "dios del sexo", yo que tenia a la que quisiera en mi cama, ¿por qué me metí con la sabelotodo?, yo que quería demostrar, que todas caían a mis pies, que las que llevaban a su cama era por qué me deseaban.
Era ya muy tarde había complacido a otra chica, aun no estaba cansado, me gustaría divertirme otro rato, y ahí estabas tú, tú la come libros, tú la sangre sucia, viéndote sola sin los dos idiotas de tus amiguitos, no te veías tan mal.
Quería, hacerte enojar, eso me divertía y después de una noche de pasión carnal, un poco de diversión no me venía mal.
-¿Qué haces a estas horas levantada sangre sucia?-dije
-nada que te importe hurón-me contestaste furiosa
Por que tu viste que insultarme, yo un Malfoy te haría pagar esa ofensa, así que te arrincone a la pared y te dije
-¿Cómo me llamaste sangre sucia?-
Tenerte tan cerca, en qué momento, me gusto tenerte cerca, y fue más extraño, por que en tu mirada se veía lo mismo
-déjame ir Malfoy-dijiste nerviosa, tal vez asustada
-¿me temes? Sangre sucia-dije y al verte tan asustada sonreí, vi en tus ojos, por primera vez veía tus ojos, color café como las hojas del otoño
-contesta sangre sucia, ¿a que le temes?-dije y me acerque más, me llenaba tu aroma a rosas, cerraste tus ojos y me di cuenta que había formas más divertidas de cobrarme la ofensa y te bese en el cuello, para mi sorpresa, suspiraste.
-lo disfrutas, verdad sangre sucia-dije y te bese
Besarte, porque tuve que besarte, un Malfoy besando una sangre sucia, por que me correspondiste, y lo peor vino después los dos deseábamos mas, después de ese beso me marche, te deje sola en medio de la noche.
Pero a la noche siguiente propicie, encontrarnos de nuevo, y sucedió muchas veces, primero yo que quería demostrar que ninguna, se resistía a mí, que yo podía tener a la que quisiera y por su propia voluntad en mi cama, pero contigo algo cambio y eso no me gusto.
No era bueno que las cosas cambiaran no era bueno que yo te deseara, y una noche al fin te hice mía, y ahí supe que yo me perdería, pensé que al hacerte mía mi obsesión por ti se calmaría, pero te quería, por que ya eras mía.
Pero mi vida, ya estaba resuelta, y mi futuro ya estaba decidido y en este no había lugar para ti, tu no debes figurar en esa vida, la vida de un Malfoy es junto a una bruja de Sangre limpia, no una sangre sucia, que bien es mil veces mejor, pero no entra en los planes, y tenía que alejarte.
-todo en la vida tiene un fin sangre sucia, fue bueno mientras duro, pero no se volverá a repetir adiós Sangre sucia-dije
Tenía que herirte, lastimarte, debías odiarme, pero sobre todo olvidarme, el juego se me fue de las manos, yo el que me llamaron "el dios del sexo", y una ratita de biblioteca me pudo dominar, pero no podía dejarme ganar.
Me golpeaste, en la nariz esta comenzó a sangrar y pude notar que tú comenzabas a llorar, yo como todo un Malfoy, solo te sonreí y me aleje de ti. Tú no me viste, pero yo sí, te vi llorar, y algo me sorprendió fue el sabor a sal en mis labios, sorprendente estaba llorando.
Mi sangre sucia hay cosas, que ni tu entenderás y es que un Malfoy no tiene derecho a amar.
Hoy de mis ojos broto la sal, en mi cara había sangre
Hoy de tus ojos salió sal, y en tus manos había sangre
Esta noche solo se resume
En sal y sangre
Sal y sangre son las muestras de nuestro dolor, por que no tenemos derecho al amor.