Prólogo

2.8K 222 150
                                    




Mi respiración estaba completamente acelerada. Con cada segundo que pasaba, la opresión en mi pecho se hacía más dolorosa e insoportable. Cientos de lágrimas escapaban de mis ojos y resbalaban por mi rostro. Apreté mis manos en puños, clavándome mis propias uñas. Mi labio inferior comenzó a temblar. El miedo se esparcía de manera incontrolable por cada una de mis venas.

Subí la mirada hasta su rostro, y lo observé con detenimiento. Su oscuro cabello estaba completamente despeinado. Lo había visto pasar nerviosamente sus manos por él un montón de veces. Esos suaves y cálidos labios que había besado en repetidas oportunidades, estaban apretados en una línea. Su pequeña y respingada nariz, la cual yo solía pellizcar para hacerlo enojar, ahora estaba tintada de un color rojo, al igual que la mayor parte de sus mejillas. Finalmente me enfoqué en sus ojos. Esos iris color miel que, durante los últimos días que recordaba, había encontrado mirándome con anhelo. Esos mismos que ahora estaban llenos de lágrimas.

Los mismos que ahora me miraban por una última vez.

Asentí lentamente con mi cabeza.

—Hazlo —espeté en un casi inaudible hilo de voz, tragándome el nudo que se había formado en mi garganta y que apenas me dejaba respirar.

Cerré mis ojos y mordí mi labio inferior con fuerza.

Estaba aterrada.

Por mi mente comenzaron a reproducirse miles de recuerdos, como si de una película se tratara.

Los momentos que pasé al lado de cada uno de mis amigos. Las risas. Las noches que pasamos todos juntos. En fiestas, o haciendo pijamadas. La forma en que cada uno tenía su diferente forma de apoyar a los demás. Ya fuera con sus bromas o con su cariño. Cada logro que había conseguido con mucho esfuerzo. Cada lugar que había visitado. Cada comida que había probado. Todas las veces que me sentí en paz. Y todos los momentos en que el peso sobre mis hombros era insoportable. Los rostros de cada integrante de mi familia. La felicidad y el amor que siempre me transmitieron. Cada desayuno, almuerzo y cena que compartimos.

Básicamente, lo tenía todo. Una vida perfecta. Algo que cualquiera podría desear.

Una vida que estaba a punto de destruirse.

Mi cuerpo se tensó completamente al escuchar ese particular sonido. Inhalé todo el aire posible.

Y esperé.

Esperé que atravesara mi cuerpo.

Esperé el dolor.

Pero nunca lo hizo.

Freedom [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora