Cinco y cuarenta y dos. Esa era la hora que mi celular marcaba, cuando pise starbucks, ya de vuelta a miami. Generalmente despues de las excurciones, la turma era llevada alla para tomar un cafe y relajarse un poco despues de un dia agitado fuera de la escuela. Mi momento de relajarme se basó en estar sentada en una de esas mesas mas alejadas de todos, con un frapuccino que mi garganta no queria tragar, entre mis dedos helados y la cabeza pesada. Mi dia habia sido una basura uno de los peores de mi vida, sin duda.
Encarando el paisaje cenizo y lluvioso que habia de lado de afuera por la ventana de vidrio a mi lado, yo jugheteaba con el canudo del milkshake, practicamente intocado, sintiendo un mal humor gigante dentro de mi.Mi estómago demostraba hambre pero yo no tenia gana ni capacidad de comer o beber alguna cosa. Con un codo apoyado en la mesa y la cabeza apoyada en la mano mientras la otra se distraía con el vaso yo mantenia mi axilar tenso, sin notar a la persona que se aproximaba despacio.
Vi a alguien sentarse en la silla frente mio, y sin necesitar mover mi vista, reconocí la persona, siendo lauren jauregui. La falta de sexo, la daba en persecucion desesperada, solo podía ser. Sin decir nada, ella quedó encarandome con las manos en la mesa y una sonrisa insoportable. Incomoda con la presencia de ella desvie mi mirada a las gotas de lluvia que caían por el vidrio de la ventana, hasta encontrar la de ella.
- Perdiste alguna cosa? - le dije, sin mover nada ademas de mis musculos faciales. Lauren continuo con una sonrisa divertida antes de poner una mano sobre la mesa, cerrada en un puño y responder:
- Yo no, mas creo que tú si.
Frunzí el ceño, sin intentar entender, ella abrio la mano, dejando ver una cosa rosa clara prender de una pequeña corriente plateada entre sus dedos pulgares, y indicando juntos, mi llavero.
Senti mis ojos se arreglaron en lo que dejo caer en la hora vi la bailarina balanceando despacio delante de mi. Inmediatamente la arranqué de la mano de ella, cogiendola con firmeza mientras la observaba por algu os segundos, y luedo despues la coloque en mi cartera.
- Quieres decir que estaba contigo desde el comienzo.- murmuré, muriendo de rabia cuando volví a encararla .- Porque no me lo devolviste si sabias de quien era?
- Tu creatividad me conmueve cabello. - ella dice, rie dose en mi cara. - Porque ho querria estar con tu llavero? fue reid que lo encontró y solo me lo dio ahorita, por eso yo vine a devolvertelo.
Continué encarandola sin creer o no. Preferí no ocupar mi mente con aquel asunto, ya estaba todo resuelto, mi llavero estaba conmigo de nuevo, y ami poco me importaba si ella estaba diciendo la verdad o no. Ella era una estupida de marca mayor, y estar siendo sincera no la haría menos despreciable.
- Gracias, si era eso lo que querias. - respondí, volviendo a encarar el paisaje de afuera. Que estado calamitoso, yo habia alcanzado, era capas de hasta agradecerle para verla lejos de mi.
- Yo quiero mucho mas de ti. - oí a la profesora jauregui murmurar, con los ojos clavados en mi. - Se que mi vez va llegar y tengo pasiencia para esperar.
Sin decir mas nada, ella se levanto y se volvio a sentar en su mesa junto con el profesor reid, finalme te me dejo solita con mis pensamientos, y un odio cada vez mayor a ella. Se que antes de la excurcion yo estaba decidida a contarle todo sobre jauregui a vero, ahora yo no perderia la oportunidad lo mas pronto posible.
- Mama, donde estas?
Seis y cincuenta y tres minutos, yo estaba para en la puerta de la escuela, casi congelandome de frio, hablando con mi querida y puntual madre al celular. Porque demonios ella no estaba parada frente al colegio para llevarme a casa, si la porqueria de la excursion estaba prevista para acabar a las seis y media? casi media hora de retraso, bien tipico de mama aun.