Ropa Interior

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—Una taza de agua, dos huevos, har-

Sus palabras fueron interrumpidas por el repentino cambio en su computadora. El mouse comenzó a moverse en todas las direcciones posibles, se empezaron a abrir distintos sitios web y la barra de desplazamiento subía y bajaba

Y ahí estaba Jungkook, parado en frente de su computadora, expresando confusión y sorpresa por donde se le mirara. Y fue cuando algo hizo click en su cerebro.
Su computadora tenía un virus.

—No, no, no, no

Decía mientras sacudía su computadora, como si eso fuera a repararla. Y como por arte de magia, apareció un anuncio que prometía solucionar lo que se había encargado de destruir su paz los últimos segundos. De hecho no sabía si sentirse agradecido o si debía tener miedo por aquel anuncio. Sin darle mucha importancia, como pudo marcó el teléfono que aparecía en la pantalla.

-Buenas tardes, habla usted con el técnico de sistemas Namjoon, ¿En que puedo servirle?

-Emm, hola, soy Jungkook, mi computadora tiene un virus ¿Puede ayudarme?

—Claro que sí, díganos su dirección y enseguida enviaremos a uno de nuestros mejores trabajadores.

                                                          🖥️

Fácilmente podría decir que ese era el momento en el que más nervioso se encontraba de toda su vida.

Con el corazón a mil, un uniforme falso, repasando el plan mil veces y con una gran presión en el pecho se encontraba Taehyung, a tan solo unos pasos de aquella puerta. Afrontando su destino se decidió con sus manos temblorosas a tocar el timbre.

Después de unos minutos, se escucharon ligeros pasos, cada vez más cerca de el, su corazón estaba a punto de abandonar su cuerpo. Y sucedió, la puerta fue abierta dejando ver al joven que había sido el dueño de sus suspiros los últimos meses.

No importaba cuantas fotos había visto de él, nada se comparaba a la realidad que sus ojos estaban contemplando. Juraba que era el ser humano más hermoso que había visto nunca.

Jungkook se encontraba con el cabello despeinado, llevaba una camisa azul claro holgada, unos short blancos que le llegaban a las rodillas y su cara tenía una pequeña mancha de harina. Pero lo que dejó estático a Taehyung fueron sus ojos, juraba que podía ver el universo en ellos, tan profundos que sentía que Jungkook veía hasta sus órganos.

Jungkook sólo necesito ver el uniforme de Taehyung para saber quien era la persona que se encontraba enfrente de su casa. Se preguntó qué hacía un hombre tan guapo como el arreglando computadoras en vez de estar modelando ropa interior de calvin klein.

—Pasa

Una palabra, una palabra fue suficiente para que Taehyung estuviera a punto de desmayarse.

La casa de Jungkook era un desastre, Taehyung se tuvo que aguantar las ganas de reír. No era muy grande pero tampoco muy pequeña, lo suficiente para solo una persona. Pudo percibir el olor de los ingredientes de aquellos pancakes que se encontraba haciendo Jungkook, se sintió un poco mal por haber arruinado su momento de bakering. Aunque seguía sin entender por qué Jungkook no sólo busco la receta en otro lugar y llamó luego.

—¿Esa es tu computadora? Claro que es tu computadora ¿no? ¿Sino por qué estaría en tu casa? Ja ja ja

¿Que estaba haciendo? Acababa de llegar y ya había creado una atmósfera incómoda

Jungkook lo miró con extrañeza y un poco de burla en su cara y asintió.

Por un momento, Taehyung se olvidó de por qué estaba ahí y se quedó parado admirando la belleza de Jungkook.

Detrás de tu pantalla/Taekook/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora