Honor Inservible -KakaIru ^ One-shot^

El buen querer (Capitulo Único)

La noche cayó rápido en Konoha.

Los 6 chunin, Naruto y Kakashi caminaba ya en las calles de la aldea, la mayoría comenzó a tomar su camino a sus respectivas casas, todos estaban cansados y adoloridos, las luces que alumbraban eran rondadas por polillas y mosquitos. Era cuestión de minutos para que Naruto se fuera a su pequeño departamento dejando a Kakashi solo en el camino. Con escalofríos siguió por el típico sendero hasta su casa, no quería ir muy rápido, de hecho, no quería llegar a su casa, pero estaba tan agotado que no podía ir a otro lugar ahora.

Subió escalón por escalón escuchando los crujidos de la madera bajo sus sandalias conforme avanzaba pesadamente, sus muslos ardían al igual que sus pies, su ojo cansado ahora se veía adormilado y sus manos colgaban hormigeantes.

Llego a su puerta y busco la llave en su bolsa trasera de herramientas, la tomo y la introdujo en la perilla girandola con prisa.

Espera llegar a acostarse en la cama y no pensar en nada hasta mañana, pero cuando abrió la puerta, sintió el chacra despierto de Iruka, el castaño estaba sentado con las piernas y los brazos cruzados en el sofá.

-Hola.- Saludo como si nada hubiera pasado al maestro.

-Kakashi.- Bajo su mirada pero sus ojos vieron directamente al albino, era una advertencia.

-¿Cómo estas?.- Intento sonreír con simpatía, pero sabia que nada funcionaría.

-¿Lo harás largo?.- Pregunto Iruka.

Se levantó del sillón con los brazos aún cruzados y se acercó a Kakashi.

-¿Quién te dijo?.- Guardo sus manos en los bolsillos de su pantalón, quería mantener una actitud relajada.

-Tsunade-sama me dijo desde que te fuiste.- Diablos, se suponía que nadie debía saberlo.

-Bueno, claramente sigo vivo.- Dijo frustrado.- Ya me convenció Naruto, Iruka.-

-Exacto, eso es Kakashi, ¡Un niño de 15 años tuvo que ir a decirte que no te matarás!.- Gritó enojado el castaño.

-No iba a matarme.- Hizo comillas con sus dedos.- Era una responsabilidad con Konoha.- Justifico.

-No Kakashi, eso no era una responsabilidad con Konoha.- Regaño como si uno de sus niños se tratara y Kakashi le dio el placer de escuchar.- Eres un adulto, un shinobi, un jounin, tu responsabilidad son las misiones y dar reportes, no irte a una contienda kamikaze.- Frunció su ceño y arrugó su nariz.

-Iruka, no sabes de lo que hablas, era una amenaza muy grande, si no me arriesgaba, ¡Tu, Naruto y toda la Aldea hubiera muerto!.- Volvió a gritar con un tono amargo y frío.

-En cambio hubieras muerto tu.- Su voz flaqueo por unos momentos.- Ni si quiera te despediste.- Su expresión se volvió una más triste, dolida.

-¿Entonces prefieres la desaparición de Konoha?.- Pregunto de manera cínica.

-No, prefiero tenerte a ti.- Hablo de manera mustia mientras su labio inferior temblaba.

La luz de la luna se reflejó en un su tez morena haciéndolo brillar, entonces Kakashi vio sus lágrimas resaltar en sus ojos negros como símbolo de súplica.

-Iruka..- Dijo en voz baja.

-¿Me amas?.- Arqueo sus cejas con angustia.

-Yo.. claro que si, te amo Iruka, te amo mucho.- Dio unos pasos adelante para estar más cerca del castaño.

-Pero Kakashi.- Bajo su mirada aún con tristeza en ella. -Ibas a morir, ibas a dejar todo, ¿No soy lo suficiente para evitar eso?.- Puso sus manos sobre el fuerte pecho del albino recagandose ligeramente en el chaleco.