Días antes del festival
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La diosa Brigit se encontraba en la isla de Anglesey, la brisa de otoño acariciaba su melena mientras observaba la arboleda principal de Anglesey en compañía de su gran amigo Boreas, uno de los dioses del viento.
Fue entonces cuando sus ojos se posaron en Izuku, descansando sobre un árbol de roble. Boreas se acercó curioso, admirando los verdosos cabellos del joven druida; similares a los que su amiga.
Descendiendo sigilosamente nuestra Diosa, se acerca a Izuku, y le susurra las siguientes palabras: "Encuentra tus rubíes mi pequeño bosque, no todo está perdido".
Y así Brigit se despide del pequeño mientras le acaricia con ternura su rostro lleno de galaxias. Izuku totalmente inconsciente de lo que ocurre a su alrededor, no se percata de los susurros que le acarician su corazón y alma.
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Hisashi se encontraba sumido en sus pensamientos mientras guiaba a sus amigos, Masaru y Mitzuki, a través del bosque. Recordaba con nostalgia aquellos días en los que conoció a su esposa, Inko, en la isla de Licius, y cómo forjaron su amor y su vida juntos en Anglesey.
Los recuerdos lo inundaban de emociones encontradas, y no pudo evitar sonreír al pensar en el alegre rostro de Inko, —era una mujer maravillosa, dijo Hisashi mientras caminaban, —la persona más amable que he conocido, siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás.
Masaru y Mitzuki asintieron, recordando aquellos momentos en sus tiempos primaverales; principalmente Mitsuki, quién tenía una conexión más fuerte con su amiga Inko.
—Y sobre Izuku, agregó Hisashi, —es un druida valiente y talentoso, estoy seguro de que estaría muy orgullosa de él.
Los tres amigos continuaron caminando, compartiendo sus recuerdos y pensando en lo que les depararía el gran festival en Anglesey.
Izuku caminaba a lo largo del lago Cisalpino, el agua cristalina reflejaba los rayos del sol en una imagen impresionante. Era un día cálido y tranquilo, y la fresca brisa acariciaba gratamente su rostro.
Sus mañanas eran realmente agotadoras, debido a que el aprendizaje con Cementus era realmente agotador, y en ocasiones, dudaba si realmente este era el camino que debía de seguir. Dudas sin respuestas, donde la calma solo la podría encontrar en su árbol de Roble favorito.
Se dice que cada Druida tiene varios Robles asignados sin importar el lugar donde se encuentren, siempre encontrarán un Roble para ellos. Pues de esta forma Izuku se sentaba simplemente observando su alrededor, encontrando la calma que le proporcionaba los susurros de las hojas de robles.
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Nudo Perenne
FanfictionEl Nudo Perenne representa el amor eterno y la lealtad. En un mundo donde la conquista de los pueblos era sinónimo de poder entre los gobernantes, donde la traición fluye como las aguas del río Berti, y donde las almas entre dos seres que juraron am...