ya estoy muerta

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Estoy junto a mi papá en la camioneta. Vamos en la carretera y está lloviendo.

—¿Que tiene mi gorda?— dice mi padre al verme pensativa

—Hambre— dejo de mirar atrás vez de la ventana para verlo

—¿Más comida?

—lo que comimos fue poquito

—¿Poquito?, Tragona

—claro— reímos

Mi padre sea a separado de mi madre y hay muchas dificultades, pero decidimos salir a comer solo nosotros dos, un momento de padre e hija.

—Te quiero mucho mi niña

—¿Me quieres mucho cómo la cola del chucho?— ríe

— hay cabrona

Nos quedamos callados escuchando la música del mago de Oz.

empiezo a cantar

a veces siento al despertar, que el sueño es la realidad...— mi padre canta y yo la tarareó

bebe, danza, sueña, siente que el viento se a echo para ti— cantamos en un dúo

Continuamos cantando. La carretera se veía resbalosa.

Un carro venía manejando como un loco, mi padre le daba el paso pero el carro aún seguía detrás de nosotros.

Mi padre volvió a darle el paso pero el seguí detrás. No había ningún otro auto. Me estoy asustando.

—Este estúpido a de estar tomado— dice mi padre enojado

El auto se está acercando.

Miro a mi padre y el a mí, mire sus ojos, se veía tristeza, miedo. Me dió una sonrisa y yo a él, fue una sonrisa sincera y que me calmo.

Sentimientos un choque, un gran choque, por detrás de la camioneta. Me pegue en la cabeza por el choque muy fuerte. Mi padre trato de manejar la camioneta, pero no pudo perdió el control. Tomo mi mano cuando supo que ya no podía hacer nada, la tomo mi mano muy fuerte, cerré mis ojos. Me golpeó la cabeza y todo se vuelve negro.

No se cuánto tiempo me desmayé, pero cuando abrí mis ojos todo me dolía mucho, mire en donde estaba mi papá, el estaba contra el volante, con los ojos cerrados, me doy cuenta de que yo estoy contra la puerta, su mano sigue con la mía

—Maldita sea, mi auto— dice un señor, parece que está borracho, está a lado de la puerta de la camioneta

Suena un teléfono y el señor contesta

—¿Dónde estás?— dicen en la otra línea,una señora, supongo que lo puso en voz alta, podía oír— Adrián López Hernández, ven a casa

—Ya voy— dice de mala gana

Se va sube a su carro, su auto tiene un golpe grande, y se va.

“Así que Adrián López Hernández, ese nombre, ese maldito má las pagará “

Me muevo, poco a poco, veo a mi padre, lo muevo con mi otra mano, está sangrando, no despierta, acerco mi mano a su naris, aún respira.

—Que alivio— digo

Veo un auto detenerse enfrente de nosotros. Baja una señora, toma su teléfono y marca. Al terminar la llamada, viene a la camioneta.

Me ve y abro la puerta

—¿Cómo estás niña?— dice al verme

—Bien, pero mi papá está inconciente

— llamé a una ambulancia pronto vendrán, ven te llevaré al hospital—

La Sensación Del Primer Amor(Historia Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora