Capítulo 5

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Luego de salir del instituto recibí una llamada de mi madre y me decía que tenía que ir caminando a mi casa porque ella iría a buscar empleo. Así que, aquí estoy poniéndome los auriculares para relajar el ambiente como tantas veces lo he hecho. Les cuento que no hice ni un amigo en el maldito instituto. ¿ Por qué Cataleya? pues porque todas las chicas me miraban con una envidia horrible y los chicos pues... ustedes dirán. Por ende, no me acerqué a nadie, al contrario, tomé las clases y seguí mi camino.

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Iba escuchando " Death Bed" de Powfu cuando de repente escucho a lo lejos unas llantas rechinar y un auto venir directamente a mi. Por instinto me tapé la cabeza con mis brazos y cerré mis ojos con fuerza, esperé el golpe del auto que seguramente terminaría con mi triste vida. Pero no fue así, al contrario, algo/alguien chocó conmigo y sentía como si estuviera volando, pero no le di importancia a eso; tal vez era parte de la imaginación y ya estaba muerta.

Continuaba flotando en los aires y yo aún seguía en el trance de que si estaba viva o muerta. Hasta que mis pies volvieron a tocar tierra fue entonces que decidí abrir mis ojos y fue el peor error que cometí. Justo delante de mi había un hombre con muchísimos tatuajes y con ... ALAS NEGRAS y luego de ahí no vi nada mas porque caí desmayada al estilo película.

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Desperté en mi habitación, estaba un poco desorientada no sabía como había llegado a mi casa si ni siquiera me acordaba haber abierto la puerta principal. Me levanté y fui a tomar una ducha mientras trataba de recordar lo que había pasado. Cuando salí de ducharme bajé a la cocina a prepararme algo de comer y luego tratar de dormir.

Cogí mi celular y tenía un mensaje de mi madre:

~Hola hija, espero que te encuentres bien... no podré ir a dormir hoy a casa, ya que me quedé en casa de mamá y sabes que son 5 horas de camino... No me gustaría tener un accidente. Cierra las ventanas y la puerta principal con llave. Mañana ya estaré de regreso. ¡ Cuídate y te amo! ~

Súper... me tocaba quedarme sola en este maldito pueblo del inframundo. Cerré con llave hasta la puerta del baño porque uno nunca sabe. Y rezando a todos los dioses existentes para que tengan misericordia y compasión de esta pobre alma en pena. Me tiré en mi cama boca abajo y traté de llevar mi mente a otra parte que no fuera aquí. Y así lo hice porque caí en un profundo sueño.

Algo andaba mal ... en mi sueño aparecía ese hombre con alas negras ... ¡ERA ÉL!

Me desperté sobresaltada y sudando frío; todo estaba oscuro y hasta la boca seca tenía. Decidí bajar a la cocina por un vaso de agua fría, porque el que no arriesga no gana. Salté de mi cama y bajé corriendo las escaleras hasta llegar a la cocina; encendí la luz y fui directo a la nevera, pero antes tomé un vaso de cristal. Lo llené hasta el tope y cerré la nevera, pero cuando volteo allí estaba... detrás de mi. El vaso resbaló de mis manos y se estrelló en el suelo en mil pedazos. Hizo un ruido horrible, pero yo seguía paralizada mirando aquel hombre y él me miraba de la misma manera.

Me obligué a reaccionar y por instinto eché varios pasos hacia atrás. Busqué algo para defenderme y lo tomé con fuerza (claro, Cataleya, con un maldito tenedor).

-¿ QUIÉN CARAJOS ERES?- grité a todo pulmón mientras lo apuntaba con el tenedor

- No grites - fue lo único que dijo con voz neutra

Tenía una voz moja bragas, pero ese no era el momento (CONCÉNTRATE DE UNA VEZ, CATALEYA)

- Dime quien eres... ¡ AHORA! - volví a decir tratando de controlarme

- Soy Jovian White ... tu ángel guardián - dijo con una sonrisa macabra

Y luego de ahí dejé de escuchar, como siempre...

Protegida por el malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora