Capítulo 1

17 0 0
                                    

Era un día completamente normal de esos que te dan ganas de quedarte en la cama y no hacer absolutamente nada, pero lastimosamente tenía que ir al maldito instituto. Eran las 7 de la mañana y ya mi madre comenzaba a apurarme.

- ¡Cataleya si no te apuras llegarás tarde al instituto! - gritó mi madre desde la cocina

-¡Si madre ya voy ! - grité yendo hacia el baño

   Tomé una relajante ducha mientra me iba preparando mentalmente para soportar a los inútiles del colegio, porque sí,  me odiaban igual que yo a ellos. Todo porque no era "normal" y se preguntarán, ¿ y eso por qué Cataleya?. Pues porque soy una "nerd" según me llaman ellos. Luego de salir de ducharme me vestí con el uniforme del instituto y bajé a la cocina donde estaba mi madre con el desayuno ya listo.

- Aquí tienes el desayuno Cataleya y... ¡apúrate niña! - me dijo tomando sus cosas para ir a su trabajo

- Sí,  ya sé mamá no tienes que repetirlo como grabadora- dije riéndome

- Ay Cataleya no sé qué haré contigo - se acercó a mi y me dejó un beso en la frente, luego se fue a su trabajo

Quedé arropada en el silencio de la enorme casa. También,  pensaba en mi "padre" ese que nunca estuvo para mi ni siquiera me enviaba un mensaje para saber como estaba.  Respire profundamente y tomé mi bulto para salir hacia el instituto.

Cuando llegué me encontré con Mikaela la única amiga que tenía en todo el instituto y también la única que no me decía "nerd", al contrario, era igual que yo y era por eso que nos entendíamos.

-Hola, ¿ cómo estás Cataleya?- preguntó Mikaela con entusiamo

-Hola Mikaela, estoy bien aunque un poco cansada, ya que no dormí bien ayer por quedarme viendo series- dije con gracia

- No sé porque me lo imaginé-  dijo riéndose como foca retrasada

  Lamentablemente había sonado la campana para entrar a tomar clases.

- ¡Te veré luego Mikaela! - grité antes de entrar al salón de clases

- ¡ Lo mismo digoooo!- me gritó Mikaela desde el otro extremo del pasillo y todos se quedaron mirándonos extraño, pero no le dimos importacia y seguimos con nuestro día normal y corriente.

Protegida por el malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora