01

786 95 10
                                    

ㅡ ¡Yuta hyung! ¡Yuta hyung! 

Dentro de los dormitorios de los chicos de NCT, un feliz Jungwoo corría por todo el departamento en busca del único miembro japonés con tanta ansiedad. ¿Y cómo no? Si en sus manos llevaba consigo una cajita de pockys y peperos recién comprados.

Aquel día Taeyong se había ofrecido en ir a comprar algunas cosas para la cena mientras la mitad de los miembros se encargaban de hacer las tareas domésticas restantes dado a que los demás tenían agenda hasta el atardecer. Y como Jungwoo era el único que estaba libre después de ayudar con su habitación, no le quedó de otra más que acompañar al lider de 127.

No es que no quisiera hacerlo, pero hacía tanto frío que realmente no le apetecía el salir ni siquiera de su cómoda y cálida cama, aunque realmente agradeció el haberlo acompañado puesto que llevaba tiempo en querer comprar algunos pockys, ¿Por qué? La respuesta era simple y sencilla, quería jugar con su hyung favorito.

A pesar de llevar más de dos meses siendo novios, el mayor aún no estaba del todo cómodo con ello, no porque no quisiera a Jungwoo, ¡eso era imposible! Sólo Dios sabía cuánto era el amor que le tenía al coreano. Además, todos (sin excepción alguna) amaban al pequeño apeach que recientemente había debutado en 127, llegar a tener un sentimiento negativo hacia él era considerado un pecado.                   

ㅡ Jungwoo-ssi.       

 
ㅡ ¿Si, Taeil hyung?                   

El pelirojo sonrió bebiendo de su vaso con agua natural, señalando el pasillo.                    

ㅡ Está en el estudio.                   

Jungwoo hizo un par de venías y no perdió más tiempo cuando se echó a correr hasta el estudio que estaba escaleras abajo al final del pasillo. El mayor rió ligeramente, no estaba seguro de si Jungwoo actuaba así por conveniencia o si su niño interior se rehusaba a esconderse, pero podía afirmar que aquello era uno de sus encantos.                   

Ahora entendía el porqué le gustaba tanto al japonés.                   






















Yuta solía describirse a sí mismo como un hombre de montaña, muy varoníl y para nada femenino. Y precisamente esa era su molestía, que aquel rol activo del que tanto solía presumir y restregar con el fanservice que hacía con WinWin no era más que una farsa. Yuta realmente era alguien delicado y amoroso, todos en el dormitorio lo sabían, y aquello fue lo que cautivó el corazón de Jungwoo.

Pero el japonés era demasiado orgulloso para aceptar que era el que mordía la almohada cuando de Jungwoo se trataba. Es decir, ¿quién lo hubiese imaginado? A simple vista, parecía una broma de mal gusto.

         

O al menos para Yuta era así.                   





ㅡ ¡Yuta hyung! Al fin te encuentro.                   




Las risas cesaron de los dos individuos que estaban en el pasillo del estudio de grabaciones por la abrupta intromisión del castaño, quien respiraba agitado y mostraba una sonrisa juguetona mientras en sus manos descansaban las golosinas que había comprado.                   

Yuta apretó su botella de agua por el nerviosismo que sentía. Demonios, esto era demasiado.                   







ㅡ Ah~ Jungwoo, estás... estás aquí.                   









El chico de cabellos rubios entendió la extraña atmósfera que se había creado en la planta baja, el jóven recargado en el marco de la puerta miraba a su pareja con un brillo inexplicable, como si fueran los únicos en aquella habitación incluso cuando había un tercero ahí.

Mientras que el mayor ponía todo su esfuerzo por no sonrojarse, abalanzarse a los brazos de su amante y decirle lo mucho que lo quería, como siempre solía hacer en pequeños espacios como ese para una gran privacidad.
Sonrió, ambos eran una pareja muy rara pero tierna.                   







ㅡ Sí, estoy aquí.                   






Para cuando Yuta volteó su rostro en busca del rapero del grupo, se llevó una sorpresa cuando aquel había desaparecido. Mark lo había abandonado con ese monstruo lleno de ternura.

Suspiró, no valía la pena resistirse ahora que estaban complétamente solos. 

       

El menor fue acortando poco a poco la distancia entre los dos con un par de zancadas, quedando frente al mayor con una gran sonrisa. Cualquiera que los viera pensaría que el coreano era el mayor entre ambos gracias a su estatura y su rostro luciendo tierno la mayor parte del tiempo.

Pero ahora que el tiempo había pasado desde que le integraron a 127 y todos conocían su manera de ser, sabían que aquello era erróneo, incluso se atrevían a decir que Yuta cometía una especie de pedofilia, pues la ternura que daba la personalidad de Jungwoo era realmente la de un pequeño.                   






ㅡ ¿Podemos jugar?                   






El japonés ni siquiera tuvo tiempo de negarse a su petición cuando uno de aquellos palitos de chocolate fue introducido en su boca.



Sus ojos se abrieron a la par, ¿en qué momento el tímido Kim Jungwoo había desaparecido? Ahora no quedaba nada de aquel muchacho tímido que solía mostrarse ante sus hyungs y dongsaengs.         

Suspiró.

Su respiración se volvió agitada cuando sintió al menor acercarse más y más a su rostro, el pocky entre la boca de ambos iba desapareciendo gracias a las pequeñas mordidas que el coreano le daba para degustarlo. Su mirada era cálida con un deje de diversión, no había duda que disfrutaba de poner al mayor nervioso, y aunque lo molestara, no podía negar el hecho de que le encantaba que Jungwoo tomara la iniciativa.                   







ㅡ ¡Quién te viera, Yukkuri!                    








Un pequeño click fue lo que lo hizo despertar de su ensoñación. Se había perdido por milésima vez en la mirada de su enamorado, y de no haber sido por el flash de la cámara seguiría completamente a su merced. Parpadeó un par de veces hasta darse cuenta de la situación en la que estaba, y cuando los engranajes de su cerebro volvieron a funcionar el color carmín en sus mejillas no se hizo esperar.                   





ㅡ Aquí tienes, Junguwu. Justo como la querías.                   




Su mejor amigo, o más bien dicho, ahora traidor le había tendido la foto instantánea al más joven de los tres. Odiaba cuando aquel pequeño se aprovechaba demasiado de la situación, pero no era quién para negarle algo a su pequeño.

































con la novedad de que banearon mi cuenta estaré resubiendo poco a poco las historias que tenía:( lamento las inconveniencias y gracias por seguir leyendo.

mxdafcka fuera~

✎ Pocky. » YuWoo/WooYu ☹. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora