Pequeña asesina |h.s|

Capítulo 1

Capítulo 1.

―Está bien―Colgué―.

Camine por el pasillo de la empresa, los trabajadores me miraban seguidamente no era normal encontrarse una chica como yo por estos lados, es más ni chicas había por aquí.

Frente a mí se encontraba una puerta alta de madera deteriorada, las astillas de la madera sobresalían.  Giré la manilla de la puerta y entré, cogí una silla y la volteé me senté con el espaldar pegado a mi pecho, y la barbilla recostada sobre él. Max se encontraba hablando por teléfono, se volteó y se consiguió mi mirada desafiada, colgó y me devolvió la mirada.

—Así querida Jones, ¿Qué te trae por aquí?—Embozo una gran sonrisa—.

—Me trae por aquí tu deuda cariño,­­—Dije—Tienes más tiempo del que deberías con la deuda.

— ¿Aún con eso?, ¿Por qué no mejor... Ummm… Arreglamos esto de otra manera? —Alzó sus cejas y las bajo, yo inundé con mi risa la habitación—.

—O me pagas ya, o lo pagarás de otra manera­—Me levanté de la silla y la tumbé con mi pie, reposé mi mano en la manilla de la puerta deteriorada—Creo que es mejor la primera opción Max.

— ¿O sí no qué? —Me desafió—.

—¿Qué no te han dicho que nunca debes desafiar a un Jones?.

—Ummm, quizás. Pero eso no es barrera para mí.

—Oh, ¿no? —Reí—.

—No—Dijo firme—Ahora vete, estorbas pequeña.

Baje mi torso junto con mi cabeza, me saqué el zapato y de el un revolver, mientras más lento mejor.  Me coloqué el zapato y apunté.

—¿Qué decías? —Su cara cambió, pero luego rió—Y ahora, ¿De que te ríes?.

—Te crees muy lista pequeña—Abrió un cajón de su escritorio, y me apuntó. Antes de amenazarme, disparé­—.

—¿Y ahora?.

Le disparé 3 veces más. Me aseguré de que estaba muerto, y lo tiré de la silla. Me senté en ella, y me metí en el computador, borré todas las grabaciones de hoy, no dejaría pruebas. Entonces, me levanté y miré por última vez. Corrí hacia un viejo árbol y lo tiré, una caja fuerte estaba detrás de ella. Fui de nuevo hacia el escritorio, y levanté el CPU de su computador, la clave estaba allí. 0954376, —siempre esconden las claves en los mismos lugares—. Me lleve el papel y lo introduje en la caja fuerte. Millones de dólares estaban allí. Cogí todo y lo metí en mi bolso. Corrí hacia la ventana, gracias a Dios que su oficina estaba en el primer piso. Me abalancé en ella y caí en el firmamento, ya las patrullas de policías se escuchaban, corrí mas fuerte a través de callejones oscuros y contenedores de basuras.

Salí a la avenida 20, mucha gente había allí. Mierda. Corrí hacia el estacionamiento del centro comercial, allí estaba mi Bugatti Verony. Me adentré en él y prendí el motor. Pare para pagar estacionamiento, y seguí. Un camino solitario me esperaba, vivía en un lugar abandonado, muy, muy lejos de aquí.

X:

Los policías se adentraron en aquella pequeña empresa. Algunos interrogaban, otros buscaban pistas, otros tomaban fotografías, y los paramédicos se llevaban el cuerpo pálido y frío que se encontraba en aquella habitación.

—Hey Bob, ven a ver esto—Llamó aquel pelirojo a su amigo morocho, este se acercó—Ha sido un robo.

Cogieron el pequeño papel que se encontraba en el piso, y abrieron la caja fuerte. Un dólar se encontraba allí, junto con una nota.