ASTHMATIC ™

iii. doctor K

BEBERLY DIJO QUE NOS AYUDARÍA A SALIR ASÍ QUE CUANDO NO DIO LA SEÑAL COMENZAMOS A CORRER. Eddie chocó contra una torre de pastillas tirándolas todas al suelo.

—Inútil—Susurré mientras me reía. Cogí su brazo y comencé a arrastrarlo hacia la puerta.

Al llegar al callejón solté su brazo.

—Tienes que chuparle la herida—Dijo Richie.

—Callate tengo que concentrarme—Contestó Eddie.

—¿Concentrarte? ¿Qué necesitas?—Pregunté.

—Mis gafas, están en mi segunda riñonera—Contestó Eddie.

—¿Porqué tienes dos?—Preguntó Stan.

—¿Qué te esperabas? Es Eddie—Contesté.

—¿Estas bien? Eso pinta mal—Dijo Beberly mirando a Ben.

—No es nada, me he caído—Contestó Ben.

—Si, encima de Henry Bowers—Dije.

—C-callate Eliza-b-beth—Dijo Bill.

Me encogí de hombros mientras fruncía el ceño.

—¿Seguro que tenéis lo necesario para curarlo?—Preguntó Beberly.

—N-nosotros nos encargamos B-beberly—Contestó Bill.—G-gracias. M-mañana tenemos pensando ir a la ca-cantera, por si quieres v-venir—

¿Desde cuando tenemos pensando ir a la cantera?

—Me lo apunto—Dijo Beberly, luego se fue.

—Hay que ser tonta para mencionar a Bowers delante de ella—Dijo Stan mientras me miraba.

—Venga ya, ¿ahora Bowers es el innombrable o que?—Dije.

—¿No sabes lo que ha hecho?—Dijo Eddie ignorando lo anterior mencionado.

—¿Qué ha hecho?—Preguntó un inocente Ben.

—Dirás con quien lo ha hecho, he oído que la lista es mas larga que mi pene—Contestó Richie.

—Eso no es decir mucho, además, solo son estúpidos rumores—Dije.

—Bill se beso con ella en tercero, se besaron en la obra del colegio, dijeron que esa pasión no se podía fingir—Dijo Richie.

Rodé los ojos divertida.

—¡Vamos vamos, amigos mios este chico necesita atención inmediata, vamos Doctor K curalo!—Grité mientras le daba palmaditas en su hombro.

El rió—Se lo que hago Einstein—

—Chupale la herida—Volvió a decir Richie.

[...]

—He ganado—Dijo Richie. Los chicos y yo nos encontrábamos escupiendo en la cantera.

—¿Cómo que has ganado?—Pregunté —Yo, he ganado—Dije mientras me apuntaba a mi misma.

—¿Acaso habéis visto mi escupitajo?—Preguntó Eddie.

—El mío a llegado mas lejos, lo que cuenta es la distancia—Contestó Richie.

—El mío a llegado mas lejos—Dije recalcando Mío.

—El volumen, lo que cuenta es el volumen—Dijo Eddie.

—¿Volumen? ¿Qué volumen?—Pregunté.

—¿Qué más da lo lejos que llegue? Lo que importa es lo bueno que sea, si es verde o blanco, esponjoso o duro—

—Que asco Eduardo—Me quejé.

—¿Quién quiere ser el primero?—Preguntó Bill.

—Yo—Todos nos giramos viendo como Beberly se quitaba el vestido y saltaba

—Joder, nos ha dejado en ridículo una tía—Dijo Richie.

—Estúpido—Me quejé.

—¿Tenemos que seguirla?—Preguntó Stan.

—Si—Dijo Richie, luego se tiró. Así siguieron todos hasta que quedamos Eddie y yo.

—Las damas primero—Dijo.

—Que caballero—Dije con sarcasmo. Cogí su mano y comencé a correr mientras el gritaba.

[...]

—Algo me ha rozado el pié—Dijo Richie.

Bill se sumergió—Es una tortuga—

Luego de unas horas decidimos salir.

—Dios, mis dedos parecen de viejita—Dije mientras miraba mis manos.

—Haber—Dijo Eddie. Extendí mi mano y el la cogió.

Creo que estoy pillando algo, siento como si en mi barriga hubiera dos rinocerontes peleándose por comida. Alejé mi mano con rapidez mientras el me miraba extrañado.

Reí de forma nerviosa—Tienes las manos frías—Mentí.

¿En serio? ¿Tienes las manos frías? ¿No se te ocurría nada mejor Elizabeth?

Negué con la cabeza pensando en lo estúpida que era. Luego buscaría en el diccionario mis síntomas. ¿Será que es un constipado?

—Notición Ben, estamos en verano—Dijo Richie mientras cogía algo de la mochila de Ben.

—Eso no es del colegio—Contestó el.

—¿Quién te lo ha enviado?—

—Nadie, es mío—Contestó Ben.

—¿Es un trabajo de historia?—Volvió a preguntar Richie.

—Cuando me vine aquí no tenia amigos así que empecé a pasar tiempo en la biblioteca—

—¿Ibas a la biblioteca?, ¿a posta?—Preguntó.

—¿Acaso sabes lo que es eso?—Pregunté divertida mientras el me miraba mal.

—Quiero verlo—Dijo Beverly.

Reí al ver como Bill miraba a Beberly.

—Te has cortado el pelo—Dijo Bill.

—No me digas genio—Susurré mientras rodaba los ojos.

—Me encanta tu pelo Beverly—Dijo Ben.

—Oh, gracias—

—Pasalo—Dijo Richie—¿Por qué tantos asesinatos y niños perdidos?—Preguntó.

—No había visto nada como Derry, hicieron un estudio y resulta que la media de muertes y desapariciones es seis veces mas grandes que la media nacional—Dijo Ben.

Frunci el ceño.

—¿Has...leído eso?—Pregunté.

—Y eso es en el caso en los adultos, con los niños es peor, mucho peor, tengo mas información en casa si queréis verla.—Dijo Ben.