Quimera.

Herencia extraña.

Eran las 11 de la noche en el número 4 de Privet Drice, Surrey, y la única persona despierta era un joven mago que se sentaba en la vieja cama en la habitación mas pequeña, este era Harry Potter, y hoy, 31 de Julio, era su cumpleaños número 16.

Habían pasado muchas cosas desde el año pasado en la escuela, pero el niño no dormiría hasta que su cumpleaños pasara, como le era tradición, miraba el pequeño despertador que había logrado rescatar de entre la basura que Dudley había arrojado en la habitación, marcaba las 11:40, justo cuando se iba a levantar para mirar por la pequeña ventana del cuarto algo paso.

De repente el dolor lo invadió, ardía por todo su cuerpo como si estuvieran quemandolo con ácido desde el interior de sus venas, fueron minutos, que a él le parecieron horas, en este sufrimiento hasta que por fin no pudo mas y se desmayo, justo cuanto el reloj marcaba la media noche.

Se despertó al rededor de las 2 am. y al instante supo que algo andaba mal, se sentía diferente pero no podía decir por que, fue entonces que escucho algo golpear su ventana, echando un vistazo vio que era un gran y orgulloso halcón con el símbolo de Gringotts en su pecho.

Parándose lentamente, aun entumecido por el dolor, llego a la ventana y dejo entrar al ave, que de inmediato voló dentro y tiro la carta que traía en la cama para luego salir de allí sin esperar respuesta. Mirando fijamente la carta que había dejado el halcón la abrió con cuidado y leyó lo que decía.

Estimado señor Potter.

Le escribimos para informarle que hoy, a las 12:00 am., entro en una herencia única y por lo tanto se requiere su presencia lo mas pronto posible en la sucursal londinense del banco, esta carta también es un traslador, el cual se activara al decir  mixta feram.

Esperamos su asistencia.

Racknor, Jefe de oficina de herencias mágicas.

Cuando termino de leer tomo rápidamente una decisión, si le podían dar respuestas entonces no se iba a quejar, rápidamente tomo su varita y la carta, diciendo las palabras indicadas en la carta de repente sintió un fuerte tirón y cuando abrió lo ojos, que no supo cuando cerro, y vio que estaba en una oficina muy lujosa que tenia un escritorio de piedra finamente tallado y de las paredes colgaban un sin numero de distintas armas, todas parecían finamente forjadas y hasta el hacha de batalla mas agresiva estaba bellamente decorada.

Detrás del escritorio estaba sentado un goblin con ropas finas y muy caras, cuando el goblin lo vio voltear en su dirección se aclaro la garganta y con voz firme le dijo que se sentara en la silla que había frente al escritorio. Tras hacerlo el goblin se presento:

- Buen día señor Potter, mi nombre es Racknor, y soy el jefe se la oficina de herencias mágicas, por lo tanto es mi deber informarle sobre los nuevos sucesos que han ocurrido en las ultimas horas.- Dijo el goblin muy serio mientras sacaba un pergamino y una daga ceremonial de oro.- Primero necesito que se haga un corte en la mano y coloque esa sangre en el pergamino, este nos dirá que herencia acaba de pasar y si hay algo que provoque daños en su sistema.

Cuando acabo le entrego la daga a Harry y este, pensando en ganar algun favor de los goblins y sabiendo son una raza guerrera en lugar de cortarse solo un poco el dedo se hizo un buen corte en la palma, sin sentir ningún dolor en absoluto por la gran cantidad que ya había sufrido de los Dursley, dejando caer unas gotas de sangre en el pergamino, no noto la mirada de aprecio en el rostro del goblin. Cuando su sangre toco el pergamino empezaron a aparecer palabras en el, cuando este dejo de escribir el goblin lo tomo y leyó, con el rostro cada vez mas enojado que antes.

- Señor Potter- Dijo el goblin- le ruego me acompañe, hay varios hechizos y pociones en su sistema que se necesitan remover inmediatamente o podrían causarle graves daños, ya que muchos de ellos están evitando que su herencia siga su curso.

Tras decir eso el goblin condujo a Harry a una gran habitación totalmente negra que tenia runas escritas desde el suelo hasta el techo, cuando llegaron inmediatamente entraron muchos golbin con túnicas blancas y le ordenaron recostarse en el centro de la habitación, en cuanto estuvo listo los gobilns empezaron a cantar en un idioma que no pudo reconocer, posiblemente su propia lengua.

De inmediato Harry pudo sentir que un gran poder lo invadía y el mismo dolor de antes volvió, pero no se podía mover ni gritar, no sabe cuanto tiempo estuvo en esa agonía pero se desmayo.

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Los goblins estaban sorprendidos, cuando empezaron a cantar el joven frente a ellos empezó a cambiar, lentamente cambios empezaron a aparecer, primero solo creció, mucho considerando la corta altura de 1,60 metros que tenia, ahora alcanzaba aproximadamente los 2 metros, lo siguiente que pudieron ver fue que de su espalda emergían alas, pero no un simple par de alas.

Las que aparecieron fueron un par de alas de plumas de diversos colores, desde lo que los goblins reconocieron como plumas hechas de piedras y metales preciosos hasta plumas simples de color negro, sin embargo pudieron ver perfectamente que eran hierro, un metal que normalmente aislaba la magia, pero esas alas parecían estar envueltas en un gran poder, al igual que su dueño.

Después pudieron ver 9 esponjosas colas de lobo salir de la parte baja de su espalda y también vieron como unas orejas de lobo salían de la parte superior de su cabeza.

Lo ultimo que cambio, que ellos pudieron ver, fue su cabello, creciendo hasta los tobillos y salvaje, con las mismas plumas que había en sus alas enredadas entre su pelo, completamente negro como las colas de lobo.

Cuando acabaron de cantar una fuerte ráfaga de poder crudo salio del joven frente a ellos y lo mas maravilloso paso, la sala se empezó a llenar de enredaderas de rosas negras floreciendo sin parar a su alrededor. Estaban seguros de que ese joven seria inmensamente poderoso.

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