Quimera.

Compañeros.

En cuanto los gemelos lo tocaron callejón al suelo, parecían estar sudando y tenían las caras rojas, en cuanto Hadrian sé agachó para ayudarlos a levantarse un fuerte olor lo golpeó.

Olía a una mezcla de tarta de melaza y frutos rojos, y a él le encantó, fue entonces que inconsientemente soltó un gruñido desde lo más profundo de su garganta, lo cual hizo gemir a los gemelos.

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P.o.V. los gemelos.

En cuanto Harry entro corrieron a abrazarlo como siempre lo hacían pero cuando hicieron contacto con él sus cuerpos de empezaron a calentar, inmediatamente entraron en pánico.

Sus cuerpos no les respondían y cayerón al suelo sin fuerza en las piernas, sentían mucho calor, jamás en sus vidas habían imaginado que esto pasaría, sus mentes empezaron a vagar juntas, ya que al ser gemelos mágicos estaban conectados.

Sus cabezas se llenaron de imágenes de ellos y el hombre frente a ellos, pero entonces cambiaron abruptamente a la imágen que su compañero tubo de ellos al entrar, y entraron más en pánico, hasta que lo escucharon gruñir apresiativamente, lo cual envío un escalofrío de placer a sus cuerpos.

No supieron bien lo que pasó después pero cuando despertaron se encontraron en su cama en la parte superior de la tienda desnudos y abrazados a un cuerpo más grande que ello con sus 1.70 m. cada uno y envueltos en grandes alas.

Miraron hacia arriba para ver quién era su misterioso compañero y vieron un extraño par de ojos verdes devolverles la mirada, con emociones en sus ojos que les llenaron el corazón de calidez.

-Buenos días, zorritos- dijo el hombre que estaba entre los dos gemelos con una gran sonrisa, para que los dos chicos idénticos notarán que se les había caído el glamour.

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P.o.V. Hadrian.

Me desperté bastante temprano y bien descansado, para encontrarme acostado entre dos cuerpos que me estaban abrazando, baje la vista y pude ver dos cabezas rojas gemelas con orejas esponjosas de zorro.

Viendo que seguían dormidos decidí dejarlos descansar y repasé todo lo que pasó en el último día en mi cabeza.

Descubrí que Dumbledore no era tan luz como quería que se creyera, eso no fue del todo sorprendente. Soy una criatura muy rara que está incluso por ensima de las leyes del ministerio, eso jugaba a mi favor. Tengo a dos nuevos compañeros que de hecho eran bastante lindos y ya estamos emparejados, eso me sonrojo por todo lo que pasó anoche.

Estaba acabando con mis divagaciones cuando sentí a los dos moverse y volví a bajar la vista para ver dos pares de ojos azules brillantes mirarme fijamente, a lo que les di una mirada amorosa y una sonrisa, eran mis sumisos y solo míos.

-Buenos días, zorritos- le dije con una sonrisa y pude ver como sus orejas y colas de movían felices, quien hubiera imaginado eso.

Los gemelos Weasley, los mejores bromistas del mundo mágico, eran de hecho espíritus tramposos, Kitsunes.

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Tras despertarse Hadrian desidió vestirse y explicarles un poco la situación a los gemelos, que se veían entre confundidos y emocionados.

-Bien, para empezar soy Harry, pero ese no es mi verdadero nombre, en realidad no soy hijo de Lili Evans,- dijo el seriamente, sonriendo cuando los gemelos zorro levantaron las orejas prestando atención- mi nombre es Hadrian Lesath BlackRose Potter y soy hijo de James Charlus Potter y Amabel Galván BlackRose.

Tras eso proceso a explicarles todo lo que había ocurrido en el último día, desde mi herencia hasta lo que hizo Dumblefuck. Ellos prestaron atención todo el tiempo y hacían los más lindos gestos cuando pasaban por diferentes emociones.

Después de terminar mi historia pensé en algo que en lo que no había puesto atención, si los gemelos tenían su herencia de criatura, ¿sería posible que Ron también tuviera una? Si eso era posible Ron podría estar en peligro, si Molly se daba cuenta acabaría hechandolo en el mejor de los casos.

- Chicos, quiero hacerles una pregunta y quiero que respondan ¿Si Ron entra en una herencia como la suya, qué le pasaría?

Fue entonces que sus caras cambiaron de curiosas a asustadas, pensando en su hermano menor, ellos ya habían sufrido por su madre, al igual que sus otros hermanos, debieron notar que no habían sabido de Ron. Debían llegar a su hermanito y rápido.