Capitulo 6

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-No, eso no puede ser. ¡ESO NO ES CIERTO!- Y entro en pánico -Enciérrenlos- Y señalo una puerta negra.

Atados de pies y manos, entraron al calabozo y se encontraron con un señor grande, de unos 90 años, quizá más o quizá menos.

-Otros que llegan aquí-Grito de alegría el anciano - ¿Cómo se llaman jovencitos? – Y al parecer le faltaba un tornillo al señor, igual y el encierro le había afectado.

-Mi nombre es Alcander, y esta señorita es Nilla-

- ¿Nilla? ¿La reina? ¡Oh! La profecía se cumplió- ¿De que profecía hablaba aquel señor de cabello blanco?

- ¿De qué habla señor? - Pregunto Nilla

-Oh vamos! ¿Tu abuela jamás te conto sobre esto? Supongo que no- Como su abuela le iba a contar esto si hace apenas unos instantes le había confesado que ella igual visito este lugar, ni tiempo tuvieron de platicar -Hace muchos años, el reinado Negro no existía, todo era amor y alegría, y como ya debes saber alguien llego a quitarle el trono a los Negro. Años después tu abuela llego aquí y conoció a un joven apuesto, el pertenecía al lado Negro, pero se querían a pesar de tener apenas 10 años. A tu abuela Sofia no se le acabo la magia como bien está escrito, así que cuando ella tenía unos 15 años volvió y le ofreció a este joven irse al mundo humano, que aunque fuera menos color rosa, al menos ahí podrían estar juntos, y como era de esperarse, el joven acepto, pero justo cuando iban para el exterior, los atrapo la Guardia Negra, no dejaron que el muchacho se fuera, le quitaron el collar y la desterraron para que jamás volviera, pero lo que nadie jamás supo, es que ella dio uno falso, así que cada que ella podía, regresaba a ver al muchacho y pues si, se enamoraron, y este amor era tan puro e inocente, que jamás nadie lo entendería. Pero de un día a otro, Sofia ya no volvió y el muchacho se entristeció tanto. Aunque nunca perdió la esperanza, así que siempre la espero en aquel pardo verde rodeado con flores, hasta que lo encontraron y lo acusaron de infinita traición, lo encerraron y jamás se supo de él. Pero bueno, no le vas a creer a un anciano con demencia, ¿O sí? -  

Haz & NillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora