En medio de la carretera

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Es cierto, no todas queremos un príncipe, solo queremos ser felices. Siempre nos dicen, que debemos darnos a desear y que debemos ser femeninas. Debemos dejarnos golpear, maltratar, abusar, ya que hemos sido educadas para eso ¡TONTERÍAS! Que solo necesitamos a un hombre que nos coja, para así ponernos de buenas.

El hombre llega hasta donde la mujer se lo permite... seguro fue su culpa por vestirse así.

Acostada en el asiento trasero de la camioneta, moviéndome de arriba abajo con el rostro lleno de lagrimas y la vista clavada en el asiento del conductor, aferrando mis manos al cuero del asiento, teniendo cada vez más dificultad para respirar. Lo escucho gemir sujetando mi trasero con sus fuertes manos. El dolor invadiendo mi cuerpo, siento el suyo desplomarse sobre el mío, con su respiración agitada; al salir de mi interior, me voltea, siento todo el mal olor de su aliento a whisky. Aun con las piernas temblorosas intento incorporarme aunque aun estaba adolorida y en estado de shock, el me toma de las piernas y con fuerza hace que mi cuerpo semi desnudo caiga fuertemente al frío asfalto.

Solo recuerdo el sonido de su risa antes de desmayarme. 

Ven conmigo, no pasará nada ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora