El sol se ocultó, y la oscuridad reinaba. Solo íbamos mi hijo y yo en un barco, estábamos en mar abierto. Se que me advirtieron de una tormenta, solo sentía como las olas comenzaban a crecer. Escuchaba a mi hijo decir "papi, tengo miedo". El movimiento sobre las olas era escalofriante, no podía tranquilizar a mi hijo ya que para mi era mas que imposible. Mi mas grande pesadilla ya se estaba haciendo realidad.
Las olas golpeaban con gran estruendo. Solo recuerdo el barco voltearse y mi hijo sostenido a una boya, el miedo nos controlaba. El mar nos obligaba a seder. Al cabo de unas horas, el oscuro y frio mar comenzó a congelar cada parte de nuestros cuerpos, al mirar a mi hijo sentí una gran desesperación, sus ojos apagados. Mi pequeño hijo estaba muerto.
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Ven conmigo, no pasará nada ®
RandomLa vida no es tan sencilla, solo hace falta mirar mas de cerca los horrores que nos acompañan cada día.