Nada en mi camino

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Thomas Brown

Intenté a dormir un poco más, pero se veía que no había más remedio

-Thomas arriba, prepárate para ir a la preparatoria- dijo mi padre. Es la persona más estricta que he conocido, pero estoy orgulloso por ello; porque gracias a eso estoy donde estoy.

- Ya voy- hubo un silencio, pero otra vez alguien picó la puerta - ¡Coño ya bajo!-Me aturde cuando no me dejan mi espacio

- Soy yo amor- su voz llegó a mis oídos y la puerta se abrió

- ¿Quién te dejó entrar?-Respondí, no estaba para sus estupideces.

- Pues soy tu novia

-Si eres mi novia, pero no te da derecho de entrar

-Odio cuando estás recién levantado, eres insoportable

-¿Qué haces aquí?

-¿Qué? ¿No puedo visitar a mi novio antes de ir a la escuela?

-¿Qué quieres?

-Ay mejor me voy, te espero abajo, adiós

Baje de mi habitación y vi a papá desayunando con Luciana, pero no vi a Daniela. Mi prima no se lleva bien con ella y papá no conversa con ella. Terminé de desayunar y fui directo a la escuela con Daniela, ya que Luciana sé fue con Joel, su novio.

Christina Jones

Desperté llena de alegría y felicidad hoy es mi primer día en la preparatoria *sarcasmo*. Así que bien, me duché y busqué que ponerme. Encontré un vestido, no tan loco, que me llegaba encima de las rodillas y estaba un poco suelto. Deje mi cabello natural y no pensaba maquillarme.

-¡Buenos días monstruito! Desayuna para llevarte-Dijo Hugh

-Malos días

Desayunamos y nos fuimos en busca de mi nueva vida. Cuando llegamos, todos estaban con sus grupos. "Papá" y yo entramos directos a la dirección para conocer el horario y otras cosas.

Thomas Brown

Nos reíamos de las tonterías de Samuel, quien hacía gracia con solo respirar, mientras Daniela estaba sobre mi regazo; hasta que llegó el profesor con su aburrida presentación. La verdad no le prestaba atención, solo miraba a la esquina empanado.

-Alumnos hay una nueva estudiante-Dijo girándose hacia una chica con mala mirada-Preséntate tú misma

-Hola mi nombre es Emma Jones, tengo 17 años y soy de Miami-Respondió obligada

-¿Bro la vistes? Es la mujer más hermosa que he visto en mi vida- Dijo Samuel. Odiaba cuando se ponía de este modo, era insoportable.

-¿De qué hablas? ¿De la nueva?-Le pregunté

-Sí la nueva

- Ahhh, si la vi-

Volteé y vi una cabellera oscura, con rizos largos y una cara natural con ninguna pizca de maquillaje. Se acabó la clase y estábamos todos alistando nuestras cosas.

-Hey a dónde vas?- Le pregunté a Samu

-No la quiero perder

- ¿A quién? ¿A la nueva? Si es fea

-Que dices, estás cegado en el mundillo con tu novia

-¿Así? ¿Y a quién veía entonces?-Respondí indignado

-¿Quieres saber la verdad?

- Si

- Pues a tu próxima cuñada

- Eres un idiota

Thomas Brown

-Deberías acabar con ese jueguecito- Seguro que la chica ni se fijó en la existencia de Samu

-No claro que no

- ¿Así? Quieres que te recuerde...

-Sabes, yo no te juzgó por lo que tú haces. Ya vámonos y deja de fastidiarme- Nos reímos y nos fuimos de clase

Los pasillos de la universidad estaban llenos de alegría. No entendía como esa gente podía estar tan feliz. Mientras tanto estaba Samuel buscando a alguien con la mirada, pero se veía que no la encontraba.

-Ahí está. Es toda una diosa

Era una chica bajita, atractiva pero no era nada del otro mundo.

-Ya vuelvo

-A dónde vas Samuel, Sam...

Christina Jones

Me tenía que dirigir a mi siguiente asignatura. Fue maravilloso el comienzo del día, tenía ganas de disparar a cada persona que pasaba delante mío; pero no podía hacerlo. Todo esto me aburría, y mucho.

Estaba fuera en las taquillas, cuando alguien tocó mi hombro:

-Hola, Emma Jones verdad?

- Si, tú eres...?

- Samuel, soy Samu

- Un gusto Samuel, ¿Compartimos classes?

- Sí, oye quería decirte que... el profesor me dijo que te ayudará porque estabas medio perdida cierto?

- Si

- Bueno entonces nos vamos.-Me encaminó por lugares que ni yo sabía que eran, tenía pinta de ser majo pero tenía que estar alerta para cualquier ocasión.

Me enseñó toda la preparatoria, me contó todo lo que pasaba: los chismes, los shippeos y más cosas que no me interesaban para nada. Me invitó a unirme a su grupo y accedí.