Las cartas Parte II

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Capitulo cinco

Las cartas Parte II

El ambiente era perfecto, cuarto de color rojo, cama Queen size, sabanas blancas. ¿Podrá ser esta mi primera vez?.

Seguimos besándonos apasionadamente dentro de la habitación, nos tiramos en la cama, yo comencé a masajear sus grandes senos, nunca había hecho esto, pero ya tenia una noción de lo que debía hacer, ¿Si me entienden?.

Ella comenzó a quitarme la camisa mientras nos seguíamos besando, así que yo también le estaba quitando la suya.

Luego de quitársela fui besando su mentón, luego el cuello, luego los senos, el ombligo, hasta llegar a sus piernas, Des abotone su pantalón y comencé a quitárselo.

Luego mi legua rosaba sus piernas y entre ellas. No se si estaba haciéndolo bien siquiera, pero ella no se veía disgustada.

Después de hacer el trabajo oral, fui subiendo nuevamente mientras ella se desabrochaba el sujetador, me detuve en sus redondos senos a besarlos lentamente.

Ya era hora, yo me comencé a desabotonar el pantalón, cuando de repente.

Escucho la puerta de la casa abrirse.

Al parecer había llegado mi familia.

Ella me observo, y cada parte de su cara decía, ¿ahora que hacemos?.

Ninguno de los dos sabía como iba a reaccionar mi familia ante esto.

Así que los dos nos vestimos rápidamente, y puse una película en netflix.

Ella casi estaba temblando, quizás preguntándose, ¿Qué van a pensar de mi?, yo tome su mano, la mire a los ojos, su cara cambio de inmediato.

Quizás no es la mejor idea del mundo tener tu primera vez, a los quince años, en la casa de tus padres, mientras ellos están en la sala. Al menos a mi no me lo parece.

Así que baje a la sala a confrontarlos.

Trago grueso. – hola papá.

- Hola hijo. - Entonces fui a saludarlo con un abrazo y me pregunto. – ¿Tienes fiebre?.

- N..No claro que no.

- ¿Quieres una pastilla?

- Tranquilo papá, estoy bien. - Ahhh, que alivio, no sospecho nada, pero aún no ah visto a Eleonor, Fuck. Así que se lo dije antes de que alguien entrara a mi habitación. – Papá, Eleonor esta arriba, estábamos viendo una película.

- Ok. – Ok, me estoy empezando a preguntar si en realidad le importó.

Eleonor y yo terminamos de ver la película y ella se fue a su casa.

Al día siguiente.

- ¡Pol levántate!, ¡tienes que ir al colegio!.

Me levanto con cara de zombi, y mi cabello apuntando hacia todas partes, y respondo por impulso. - ¿Qué?.

- Vístete rápido. – mi hermana menor es muy fastidiosa, pero, igual la quiero.

No recuerdo a que hora me dormí anoche, solo pensaba en lo que hice con Eleonor. Fui a vestirme para salir, al salir de mi casa ahí estaba ella, no hay nada que me alegre más, que verla. Me subí al auto y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en la secundaria.

Otro día en esta cárcel.

Voy al salón y busco un puesto para sentarme. Realmente me deprime este lugar, no hay nada que hacer.

Me pase la clase entera pensando en Eleonor, ni siquiera podía prestar atención a la clase, todo el tiempo se colaba una imagen de su hermoso cuerpo desnudó. Ahhhhh, Me encantaaa.

- ¿En que piensas?. – Dijo una voz grave sacándome de mis pensamientos eróticos.

- En nada. – Bufo, ¿como se le ocurre a klebertt interrumpirme de esa manera?.

- ¿Piensas en las cartas?. – Las cartas, no lo recordaba, Eleonor es lo único que tengo en la cabeza.

Volteo a verlo y le digo – Si. – no creo que deba contarle lo que sucedió con Eleonor.

- ¿Qué vas a hacer con eso?.

- No lo se. – dije mientras sacaba la ultima carta que me entregaron. – Mira, antes de irme me dieron esta carta.

Klebertt leyó la carta y reacciono igual que yo - ¿Conocerse por medio de notas?, ¿que onda con eso?.

- lo mismo dije yo.

- Tienes que responderle.

- ¿Tu crees?.

- Claro, yo te ayudo a escribirla.

- Esta bien.

Klebertt sacó papel y lápiz, y yo le dije lo que tenia que poner en la carta.

La carta decía - ¿Por qué tanta preocupación con que te conozca?, Si de verdad quieres que nos conozcamos tengo que saber tu identidad. – Se la di a la chica que me entrega las cartas, para que se la diera a la chica misteriosa.

las clases pasaron rápido, pero no vi respuesta de ningún tipo, no le tome importancia y me dirigí hacia la salida, sentí que me estaban observando así que voltee, y ahí estaba de nuevo la chica del otro día, lo se porque su pelo oscuro y ondulado es inconfundible, iba a ir a hablar con ella, pero ya tenia que irme, así que me fui a casa.

Pasaron varios días, y las cartas dejaron de llegar.

En busca del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora