El sol apareció, Eva despertó, aunque no hubiera querido hacerlo. Bruno la bajó al jardín, donde estaban las pertenencias que Eva iba a usar ese día, junto con ropa.
Todos se fueron, y Eva, tras desayunar, se puso su bikini.
Se bañó, hasta que Anajú la llamó, se vistió:
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Se sentó de copiloto.
Anaju-La virgen, te has bañado, ¿No?-ambas rieron.
Llegaron al instituto, y vieron a Olivia.
Olivia-Me alegro de que estés bien.
Anaju-Vamos a hablar dentro, Eva espérame, ¿vale?
Eva se quedó sola afuera, tras 5 minutos decidió entrar, al pasar por el despacho, escuchó la discusión entre Anaju y Olivia.
Olivia-Gérard me dijo que estabas muerta.
Anaju-Para que ni tú, ni tu novio la matárais, y creeme que ya no le vais a hacer nada.
Olivia-Yo no tengo nada que ver con Marcos...
Anaju-No te acerques a Eva y dile lo mismo de mi parte a tu queridísimo novio, a tu queridísimo Marcos.
Eva fue al baño nerviosa, solo era un ataque de nervios. Entró en la primera puerta que vio del baño, sin fijarse si era de chicos o de chicas.
Se sentó en el suelo, con su cara entre las rodillas, oyó el agua de las duchas pero poco le importó, hasta que alguien salió y la llamó.
-¿Eva? ¿Qué hace' aquí?-Eva levantó la vista.
El rubio estaba tapado con solo una toalla, recién duchado, con el torso mojado, y ahí, Eva flipó en colores.
