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Peyton's POV


El despertador sonó haciéndome saber que hoy era otro aburrido día de escuela. Mi vida no es muy interesante que digamos, en resumen, me levanto, voy al colegio, vuelvo, como, estudio, me baño y me acuesto. Esa rutina de lunes y viernes y bueno sábado y domingo igual a diferencia que no voy a la escuela.

Cuando terminé de cambiarme y arreglarme un poco, me senté a desayunar sola mientras veía televisión. Vivía con mi hermano mayor, Charlie, de 18 años, el cual el año anterior había terminado la secundaria y se suponía que este año empezaría la universidad, pero mi mamá le permitió tomarse un año sabático así que ahora estaba durmiendo, y así estaría hasta el medio día o mas. Mi mamá ya había salido más temprano a trabajar y mi papá... bueno se puede decir que no tengo. 

Cuando terminé de desayunar, salí de mi casa rumbo a la escuela. Estaba a unas 10 cuadras, así que siempre iba caminando, aparte me gustaba por lo tanto no me molestaba. 

Llegue al establecimiento 10 minutos antes de que suene la campana. Fui directo a mi casillero y saque los libros y útiles necesarios para el día de hoy y caminé tratando de esquivar a todas las personas que estaban en el pasillo y para mi suerte, cuando llegue al salón estaba casi vacío.

No tengo amigos ni gente en la que pueda confiar en la escuela, todos son falsos, manipuladores y hasta hay grupitos que se creen los dueños de la escuela, entre esos, Dylan Collins y sus amigos, Jack y Matt. Mi hermano me contó que una vez hicieron una competencia la cual se trataba de enamorar a una nerd del instituto. Cada uno se consiguió a una y las  ilusionaron con que eran los chicos más perfectos y tiernos que podía  existir en el mundo y luego les rompían el corazón y las dejaban en ridículo frente a toda la escuela. No entiendo como podían jugar de esa forma con chicas inocentes como ellas. 

Por cosas como esas, agradecía que nadie se me acerque. Lo cual ocurría porque me tildaban de nerd, lo cual puede ser cierto porque tengo 10 y sobresaliente en todo, pero no por eso soy una estúpida que se deja manipular. Había vivido mucho con mi hermano, el cual me había enseñado a defenderme física y verbalmente por si alguna vez alguien me llegase a hacer algo, por momentos era un poco protector, pero me parecía tierno, no como algunas chicas que odian que sus hermanos sean así. 

Un ruido ensordecedor hizo que despertara de la nube de pensamientos en la que estaba. Ashley Jones estaba junto a mi banco con una sonrisa malvada y con todos mis libros en el piso.

-Ay, perdón nerd. No te vi -fue lo mas estúpido que escuche en mi vida. ¿Tiraba todos mis útiles y después decía que no me había visto?

-Tal vez el plástico que tenes en los pómulos se te fue a los ojos -hice una mueca como si sintiese pena por ella, lo cual obviamente era sarcasmo.

-¿Perdón? -espetó la rubia

-Te perdono -le respondí sonriendo, no me daba miedo alguien como ella.

Iba a contestarme, pero la puerta se abrió y el profesor de historia se hizo presente. Ashley se sentó en su banco y me miro con enojo y pasó su dedo indice por su cuello, haciendo el gesto de "te voy a matar", lo cual respondí alzándole los pulgares. Pobre de ella, creía que me intimidaba.

La hora del almuerzo llegó, y como siempre me senté en la mesa de los frikis, a los cuales no les molestaba mi presencia y ellos tampoco me molestaban a mi, ya que mientras almorzaba en paz, ellos jugaban a no se qué juegos en sus computadoras. Creo que ni se daban cuenta de mi presencia.

-Oye nerd -escuche la voz insoportablemente chillona de Ashley. No me dí vuelta e hice como que no la escuche -te estoy hablando, estúpida -y ahí fue cuando sentí algo líquido en mi cabeza que escurría por mi espalda. Inmediatamente me levanté, estaba furiosa. ¡¿Quien se creía para hacer eso?!

-¡QUE TE PASA ENFERMA! -le dije hecha una bestia. Estaba a punto de empujarla con toda mi fuerza así caía de culo al piso, pero mis manos chocaron con un cuerpo bien trabajado, el cual no se movió ni un centímetro. Era Dylan. Dylan Collins se había colocado frente a Ashley impidiendo que la empujase. Uno de los chicos mas ardientes de todo el colegio, que con solo mirarlo ya caías rendida a sus pies, pero cuando abría la boca, todas las ilusiones que tenias se destrozaban. Era engreído, violento, manipulador y todos los adjetivos calificativos malos que existan.

-¿Qué crees que vas a hacer rata de biblioteca? -dicho esto me empujó tan fuerte, que si unas manos no me hubieran atrapado, ahora mismo estaría en un hospital con yesos en todo el cuerpo. Levante mis ojos y me encontré con una mirada gris y brillante, recorrí con mi vista al dueño de esos faroles y me sorprendí al saber que era uno de los frikis con los que compartía mesa en el almuerzo. Era tan lindo que me asombraba no haberlo notado. Sus manos fuertes que estaban en mi cintura impidiendo que me caiga, me depositaron suavemente en el piso.

-Mejor vamos -me dijo y luego agarró mi mochila  y la de él que estaba en la mesa que compartíamos y nos fuimos. Toda la cafetería se quedo en silencio y hasta yo lo estaba. Fueron muchos sucesos que no estaba acostumbrada a vivir y habían pasado todos juntos y muy rápido -¿Estas bien? -el chico que me había salvado de mi casi muerte volvió a hablarme cuando ya habíamos llegado al patio de la escuela

-Emm, si, eso creo -dije todavía confundida - gracias.

-¿Gracias? ¿Por qué? -elevó una ceja

-Por lo de la cafetería, básicamente me salvaste -solté una risita nerviosa 

-No fue nada -me sonrió y wow, que sonrisa. Dientes perfectamente alineados y labios finos algo rosados. -¿Te acompaño al baño?

-¿Qué? -me quede boquiabierta. -¿Al baño?

-Si -se quedo callado y continuó hablando por mi cara de confusión -Tenes el pelo y la ropa manchada -hizo una pequeña mueca de diversión.

-Oh si -rei -me habia olvidado. Como quieras, si no queres ir no pasa nada porque...

-Te acompaño -me interrumpió con una sonrisa picara mientras ponía una mano en mi cintura y en su otro brazo llevaba mi mochila y la de él. No parecía un chico malo. -Por cierto -si giro y me miraba fijo con sus ojos grisáceos -Soy Tyler.

-Encantada Tyler -le sonreí -Soy Peyton.


El timbre indicó la finalización de las clases por hoy. En todas las ultimas horas me senté con Tyler, era divertido, estudioso y muy responsable con la escuela. En las pocas horas que nos habíamos conocido, ya habíamos tomado mucha confianza y la verdad que me agradaba su compañía.

Me despedí de mi nuevo amigo y salí de la escuela caminando con mi paso normal, ansiaba llegar a casa y poder relajarme, hoy había sido un día muy movido y no estaba para nada acostumbrada a esas cosas.




C.S. 

04.01.2016




Coincidiendo mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora