Punto Sin Coma.

24. Ordinario.

Octubre 28, Sábado

Es sábado y la cabeza de Valen estaba más confundida que cualquier otra.
Lo que si ha quedado claro es el gusto por Alicia y ella no planeaba quedarse callada, está dispuesta a decirlo así como va.

Se fue a su huequito y comenzó a escribir.

Hola Alicia, necesito hablar contigo.
¿Podríamos vernos en
un par de horas?
11:19 am

Alicia🌻: Perfecto Valen, puedo como a las 6 de la tarde, ¿te parece bien?
11:24 am

Bien, ¿trabajarás hoy?
11:27 am

Alicia🌻: ¡No!, Una amiga viajo hasta acá para visitarme y quedé con ella a las 4
11:32 am

Bien, a las 6 en el parque,
¿Está bien?, No hay necesidad de
corroborar, ¿Vale?
11:41 am

Alicia 🌻: De acuerdo Valen, hasta entonces, besos 😘

Valen quedó pasmada, el miedo la invadía, ¿será que vera a Lola?
Se tranquilizó y comenzó a arreglarse, comenzó con una buena canción de Los Smiths para bailar un poco y sacar el estrés. Decidió vestirse cómoda para que así se sienta segura de decir lo que tenía planeado decir y nada salga mal.

Bajo para almorzar algo rápido y al volver a su cuarto decidió que la mejor manera de decir lo que siente sería mediante un escrito lindo y así comenzó.

El amor es arte para quienes saben apreciarlo y cuando encuentras a la persona indicada solo quieres florecer con ella.

Eso sentí cuando te conocí, mis emociones no supieron controlarse al hablarte y conocer lo magnífica que eres.
Me da satisfacción poder anunciar el gran gusto que tengo por ti y decirte que te quiero demasiado, que el sentimiento que tengo por ti no se iguala a anteriores en mi vida y que quiero florecer contigo, y conocer el arte de amar a tu lado.

¿Aceptas mi invitación?

Al concluir el escrito, sabía que eran las palabras adecuadas para Alicia, son palabras que nacieron de su corazón para y por ella, ya eran las 3 de la tarde y no podía con el nervio de saber qué pensaba Alicia o cuál iba a ser su reacción, quería inclusive llamarle pero no quería molestarla en la cita con su amiga, fue así que volvió el miedo y comenzaron las preguntas.

- ¡Por dios Valentina, ya cállate! - gritó

En medio de angustias y peleas en su mente dió la hora, son las 05:49 de la tarde y después de arreglarse el cabello unas 200 veces partió de su habitación.

- Regreso tarde mamá - gritó bajando las escaleras

- Está bien cariño, cuídate

Llendo de camino cantaba alegremente y todo a su alrededor era pintoresco, hasta ganas de saludar a la vecina enfadosa le dieron.
Todo estaba bien, todo era genial y al paso tan veloz que iba llegó más pronto de lo pensado y al casi llegar estaba ahí Alicia con una chica que aún no logra distinguir, desde la distancia logro ver cómo Alicia se ponía de pie junto con la chica finalizando con un abrazo y...
Y un beso en los labios.

Al irse acercando Valen estaba sintiendo lo que jamás había sentido, literal el corazón se quebró en un millón de pedazos pero aún así avanzaba y solo pensaba en correr, llorar y dejar ahí sola a Alicia sin explicación alguna, guardando sus sentimientos para alguien más.

- Hola Valen, ¿cómo estás? - dijo con una sonrisa en el rostro

Valen se deslizó por la banca terminando sentada y cubriéndose el rostro.

- Valen, ¿todo bien? - dijo preocupada tratando de quitar las manos de su rostro.

- Todo bien Alicia, solo me cansé demasiado - soltando una carcajada burlándose de ella misma.

Riéndose ambas Alicia contesta.

- ¿Qué tienes que decirme Valen?

- Nada importante, solo quería verte - dijo un poco jadeante

- mmmmm! ¿Solo verme?

- ¡Si!, Realmente no te interesa que pasa en estos momentos, no entiendo ni porque estoy aquí - riéndose de nuevo como si hubiese tratado de un chiste

- ¡Vamos!, No creo que solo querías verme, ya dime qué pasa - furiosa replicó

- Bien Alicia, me voy de aquí, me mudo a México con mis tíos - agachando la mirada

- ¿Qué, como?, ¿Por qué? - levantándose de la banca

- Solo me aburrí de aquí y quiero estar en aires distintos.

- y, y... ¿La escuela Valen?

- Bah, todo bien con eso, todo bien, es cuestión de hablar con mi padre y se prepare todo, en fin. Solo quería despedirme - mirándola a los ojos

En ese momento Valen quería gritarle el amor que tenía y que todo lo que acababa de decir es una vil mentira que por despecho salió y ahora no sabía que hacer con ello, quería llorar frente a la persona que amaba y desvanecerse con todo el dolor que tenía en su pecho.

- Valen, esto no esa bien, tu decisión te está doliendo y lo veo en tus ojos - tomando su mejilla

— No Alicia, al contrario, todo va a estar bien, yo lo sé - sonriendo quito la mano de Alicia

— Valen, piénsalo, aquí estamos tus amigos y bueno, además quiero decirte que Fabiola, bueno Lola regreso, es de la amiga que te comente que hoy vería y bueno, estamos intentando de nuevo lo nuestro - dijo entusiasmada

Cuando terminó esa última palabra Valen se dió cuenta que la mentira que acababa de decirle, fue una decisión que fuera de una mentira, se haría realidad por el dolor que tenía en el pecho fue en ese entonces que se soltó a llorar.

— ¿Estás bien Valen? - extrañada pregunto

— Si, solo que tienes razón, estaré lejos de mis amigos y eso me da nostalgia - limpiando sus lágrimas contesto

— Ay! Ven acá, todo estará bien pequeña Valen, todos los cambios son para bien y a veces nos ayudan a sanar las heridas abiertas que tenemos y cuando puedas, puedes venir a visitarlos, obvio me avisas - riendo terminó

— Si, ya sé, por eso es que lo hago, muchas gracias por tus ánimos y muchas felicidades por lo de Lola - con una sonrisa y lágrimas en sus ojos contestó

El dolor de Valen era demasiado y por más lágrimas lloradas, esta noticia no sería de lo mejor para ella y más porque ahora tiene que viajar a México, todo se complicó justo cuando decidió al fin abrir su corazón.

— Bien Alicia, debo irme, basta de llorar y dame un abrazo - abriendo sus brazos le dijo

— Así sea Valen, cuídate mucho y por favor no me olvides, llámame de vez en cuando o escríbeme - terminando el abrazo dijo
— Ayyyy!, Te voy a extrañar mucho Valen, Valentína - volviendo a abrazarla

— Todo está bien Alicia, muchas gracias y bueno, te dejo, se muy feliz y cuídate mucho - dijo tomando camino a casa

Valen se dirigió a su casa más sola de lo que se podía lograr ver en la calle y más triste que cualquier ser humano en ese momento, llevando en sus manos los pedazos de su corazón.
Saco de su bolsa del pantalón la nota, la medio leyó y volviendo a las lágrimas, la aventó al vacío.

La hoja quedó ahí libre al viento y se la llevó a una dirección que nadie podrá saber.