M I N E

¿Por qué?

¿Por qué se sentía tan vacío?

Miraba el techo con desgano, no sabía qué hacer para entretenerse de alguna manera, le resultaba difícil hacer algo para quitar ese martirio que sentía en el fondo de su alma. ¿Por qué sentía que todo se había vuelto tan monótono? Recientemente la actividad criminal había disminuido gradualmente, de vez en cuando veía a Kitty quien sólo podía decir que era lo mejor del mundo lo que sucedía y que así podrían visitarse para hablar el cómo le dirían a su tía May sobre su relación, pero ni siquiera eso hacía que el aburrimiento dejará su cuerpo por un instante.

Pegó su mejilla a la cama para mirar el cielo color anaranjado que se apreciaba desde su pequeña ventana que dejaba pasar las suaves brisas del invierno que lo abrazaban para dejarle una sensación extraña en cada extremidad. Llevo su mano a su rostro y lo giró esta vez en dirección a su habitación, suspiro para retirarla y devolverla a su lado, pero algo capto su atención: Su computador. Se levantó con la iniciativa de hacer algo, se encaminó a su escritorio para seguidamente sentarse en su silla de madera que lo invitaba a acomodarse. Abrió el aparato con normalidad para ingresar su contraseña y entrar a un archivo donde, anteriormente, había intentado escribir un libro, pero fue un intento fallido. Miró la hoja digital por treinta minutos seguidos hasta que se dio por vencido de nueva cuenta por lo que decidió explorar foros que Internet le ofrecía, no supo cuánto duró sentado y leyendo cosas que ni siquiera lo involucraban, solo supo que el cielo se había tornado negro, y que las brisas de antes, ahora eran ventiscas que movían sus cortinas de forma agresiva, se sentía frío, pero ya era común para él eso.

No supo cómo, pero termino leyendo las teorías pertenecientes a los fans de los héroes que salvaban la ciudad siempre que algo negativo pasaba por los alrededores. ¿Quién sería Spiderman? ¿Los X-Men tenían debilidades? ¿Por qué nunca fueron vencidos? Era interesante ver las especulaciones que nunca había leído por mera flojera. De pronto y sin pensarlo bien, una idea cruzó su mente, era arriesgado escribir algo como lo que teclearía, pero solamente hizo una promesa mental sobre borrar el documento al terminarlo.

Borró todas las palabras que antes estaban en su intento de libro independiente y comenzó a escribir una historia, un sin fin de situaciones donde se encontraban todos los héroes que su memoria albergaba. Sus delgados dedos presionaban cada botón sin cerciorarse de las faltas ortográficas, daba lo mismo, nadie lo leería nunca.

Las horas pasaron como si de minutos se tratasen y eso le alegró, significaba que se divertía de una forma no tan inocente, pero, sin darse cuenta y aún en su silla, sus ojos se cerraron con lentitud, su cuerpo exigía descanso que solo se daba al dormir y el no lucho ante ello, cayó dormido.

-¡Peter! -Una voz en particular causó que sus ojos se movieran debajo de sus parpados. -Hey, Pet, teníamos una cita ¿Te quedaste dormido aquí, en serio? -Una risueña risa inundó sus tímpanos hasta que decidió abrir los ojos para encontrarse con el rostro de una chica morena frente a él, sólo unos centímetros los separaban de estamparse. Ella sonrió para depositarle un beso en sus labios. -¿No íbamos a vigilar la ciudad juntos?