Parte Única

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Es un poco pronto para que regresarás , ¿No lo crees delincuente virgen?

Tsk- aprieta su puño ante las palabras de Vanessa. Se deja caer en uno de los sofás como si fuera un muñeco. No había muchas personas que se encontraran en ese momento en la sala principal de la orden, Vanessa estaba como siempre bebiendo de su botella, Zora durmiendo en uno de los sofás y Gordon haciendo una muñeca de trapo nueva que tenía pinta de ser Rill, sentí un escalofrió en mi nuca, ese tipo me daba miedo con sus muñecos parecidos a nosotros.

Te diste cuenta, eh- me farfulla Zora abriendo un ojo asegurándose que nadie más a parte de mi le prestara atención.

Carezco de maná para crearlas- fijo mi mirada en el suelo- He de suponer que tú al ser un marginado al igual que yo, te percataste que no serviría de nada ir al reino del corazón para confirmar algo de por si ya es cierto.

Son una bola de idiotas- Habla Zora alzando el tono, ocasionando que Vanessa y Gordon se fijen en sus palabras- La mejor forma de entrenar es haciéndolo solo y conseguir una mejor forma de batalla que se adapte a ti. El reino del corazón no nos merece a ti y a mí, así que practiquemos juntos.

¿Juntos?- ladeo la cabeza confundido. Esa proposición no se la había esperado para nada.

¡Yuju!, los dos plebeyos entrenaran juntos para demostrar que tan desgraciados son- Vanessa agita una botella en el aire mientras dice esas palabras.

Zora y yo nos reímos como si hubiera contado un chiste. Después me golpeo el hombro con mi mano derecha en puñada- Vamos a demostrar que los plebeyos superaran sus límites.

Poco tiempo después mi semblante se coloca serio- Prepárate Luck, no voy a dejar que me dejes atrás.

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Seis días entrenando en la nada, si, en la nada.

Específicamente en un bosque de la región olvidada, dónde nadie se había aparecido para molestarlos.

Deja de utilizar esas bolas flamígeras idiota. – me recrimina Zora a cada rato- Debes de encontrar otra forma de utilizar tu magia. Aunque eres demasiado tonto como para crear una magia de trampa

¡Oye!, eso fue cruel- El de la cabellera rojiza hace un gesto vago.

Si me disculpas voy a dormir.

¡Si hasta apenas empezamos!- le lanzó una bola flamígera invisible que al parecer activa una trampa el cual me la devuelve por la parte de atrás.

Me despertare cuando se acaben todas las trampas o me golpees una de dos- Al cabo de unos segundos me fijo que definitivamente se ha quedado dormido.

Jalo mechones de mi cabello con mis manos, que voy a hacer, no sirvo para crear fórmulas mágicas. No debo de quedarme atrás tengo que superar mis limites, Zora es un marginado al igual que yo equilibra su poco maná con la habilidad de crear trampas maestras. Si tan solo...

¡Eso es!

hmup- Balbucea Zora dormido. Vale, haré silencio. Cierro mis ojos y algo en mi mente hace click, ¿cómo me hice la cicatriz de mi frente?, fuego, pero no solo un simple fuego sino el fuego de los dioses aquel que no se apaga y destruye todo a su paso.

Se dio una palmada en la frente como lo había olvidado, le había prometido al viejo que no lo volvería a usar, se mordió el labio tenía que ser fuerte para proteger al reino.

Sus manos empezaron a trabajar solas, le pareció ver una escritura en latín con el movimiento en sus manos

¡Fuego griego!- exclamo y apunto sus dos manos hacia el frente, un fuego de color verde empezó a danzar, abrió uno de sus ojos las llamas desaparecía la magia de trampas. Abrió ambos ojos, lo había logrado.

Lo que fue de nosotros ( Magna x Zora )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora