minv + kookv.

el principio

› alfas ‹

taehyung era un joven Omega de 23 años que había dedicado toda su vida al estudio, no era muy inteligente ni el mejor de su clase, pero era el orgullo de sus padres y sus dos hermanos, vivía feliz, no siendo el más llamativo de entre sus familiares, pero tampoco es que fuese ignorado.
había heredado su gran belleza y carácter fuerte, valiente y trabajador de su madre, una Alfa que se encargaba día con día de amar a esos bellos cachorros que su precioso Omega había dado a luz en su momento. eran una familia unida y tranquila, llevaban una vida normal, riendo y llorando dependiendo el momento y si la situación así lo ameritaba.

por otro lado, estaban los alfas de la familia jeon y park, éstas al igual que la familia kim, eran normales, viviendo con lo necesario y educando a sus hijos únicos con valores ejemplares e incluso religiosos, no es que fuesen de mente cerrada, solo se encargaban de enseñarle a sus hijos que, sin importar lo que ocurriera, había un dios ahí arriba dispuesto a ayudarlos en cualquier situación.
ambos se llevaban más que bien, eran amigos desde la infancia, iban juntos a la escuela, a las clases dominicales y jugaban videojuegos los sábados por la tarde después de terminar sus tareas.

todo iba bien, hasta esa mañana, ambos salían de sus clases, estando en su primer ciclo de ingeniería industrial, tenían horarios compartidos hasta ese momento, así que percibieron aquella exquisita aroma a lluvia mezclado con una particular fragancia a peonías y bananos. ¿qué era aquello? sus lobos internos se agitaron y agudizaron sus sentidos, encontrándose con aquel bonito chico que caminaba por los pasillos en la dirección opuesta a la que ellos iban.
gruñeron, llamando la atención del Omega que tan solo negó divertido ante las acciones de aquellos menores, que a juzgar por sus apariencias, parecían de primer año. continuó su andar, dejando a aquellos dos Alfas con las feromonas alborotadas y un increíble lío en sus cabezas.

-parís.