Tú, solo y siempre tú

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Puedo navegar en el universo de tu aroma,
ser dueño de las constelaciones de tu cuerpo,
naufragar en el mar de tus deseos,
y volar en el cielo de tus miradas, en cada sueño.
Respeto tus miradas al tierno sol en la mañana,
admiro tus dulces dientes que adornan tu sonrisa,
tus ojos inundados y llenos de tanto amor,
y tus cabellos que se agitan al son de mis latidos.
Sonríe, una y otra vez, que me enamoro más;
mírame, una y otra vez, y deslúmbrame con tu mirar;
hazme viajar sobre las nubes con tu voz,
y llévame de prisa a tu corazón.
Préstame tu felicidad, para después poder compartirla,
dame tus pesadillas, para transformarlas en dulces sueños,
dame tus heridas, y dame el privilegio de sanarlas,
dame todo tu dolor, que yo llenaré de gozo y amor.

GÉNESISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora