LA CANCIÓN

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Habían pasado dos semanas y hoy ya era domingo, ya sé, sé que me había prometido hablarle el segundo día, pero es que estaba hablando con otra gente y no quería interrumpir. Sí, sí, fue eso, yo no me escapaba ni nada de ella, ni me escondía detrás de las columnas, no, no, claro que no. Jejeje.

Además, después de la primera semana, nos había tocado quedarnos en casa a nosotrxs y que fuera a clase la otra mitad, así que tampoco había tenido oportunidad esta semana pasada.

Esta semana, había tenido que hacer los deberes online, y no me había costado tanto como creía, así que ya estaba más tranquila en relación a las notas, pero estaba más preocupada en cuanto lo social. Es verdad que el segundo día de clase había hablado ya con Cecilia, la chica que era, igual que yo, una gran friki. A las dos nos apasionaba el mundo de Harry Potter, amábamos El Hobitt y El señor de los anillos y estábamos empezando en el mundo del anime. Así que eso nos había unido.

Pero a parte de ella todavía no había establecido relación con nadie más, sabía que era difícil, después de todo con las medidas de distanciamiento que había que tener era muy complicado conocer a gente nueva, pero aún así tenía muchas ganas de hacer nuevxs amiguxs.

Todxs mis amiguxs, a parte de Cecilia claro, eran de mi anterior instituto o de mi pueblo, y no quería pasarme todo el curso teniendo sólo una amiga dentro del centro.

Aunque, tengo que decir, que me pongo muy nerviosa cuando conozco a alguien y tengo miedo de soltar alguna chorrada sin sentido, pero estoy harta de que eso me impida conocer a gente maravillosa. Así que, ¡¡a la mierda con la vergüenza ya!!

DÍA SIGUIENTE

Ya era lunes, así que me preparé, desayuné y me llevó mi madre en coche.

Cuando me estaba dirigiendo a clase, de repente escuché el sonido de un piano, así que lo seguí y llegué hasta la clase de música.

Me estaba quedando embelesada con el piano, y casi morí cuando oí que la persona que lo tocaba estaba empezando a cantar. La canción era "Closing in" de Ruelle, una de mis canciones favoritas.

Su voz era preciosa, me llevaba a otro mundo, hacía que conectara con la canción y con su letra, incluso me empezaron a saltar lágrimas. Como la puerta estaba entreabierta decidí mirar quien era, y para mi sorpresa, ¡¡era ella!!, ¡¡era Susana!!

Estuve todo el resto de la canción mirándola, observando como tocaba y cantaba, expresando con sus gestos y sus caras lo que decía la canción. Mi corazón iba a mil mientras la miraba y me quedaba embelesada con ella y la canción. Tan metida estaba que, al acabar la canción seguía absorta en mis pensamientos y no me movía de donde estaba. De repente, desperté y me di cuenta de que ya se estaba desinfectando las manos e iba a salir por la puerta, así que reaccioné y eché a correr hacia clase.

Cuando entré me miraron raro por haber corrido pero les levanté el pulgar en señal de que estaba bien, algo de lo que me avergoncé inmediatamente después. Me senté en mi sitio justo cuando entró ella por la puerta. Me sonrojé y recé porque no me viera y se diera cuenta.

La tres primeras clases transcurrieron normales y después llegó el recreo.

Al salir por la puerta de clase con Cecilia, vi que a un chico se le habían caído los cascos, así que lo avisé.

- Eyyy, se te cayeron los cascos - dije e inmediatemente se volteó.

- Aish, muchas gracias, en serio. - me contestó - Oye, ¿tú eres Amelia, verdad? La chica nueva, ¿no?

- Sí, soy yo - contesté tímidamente.

- Pues encantado, yo soy Álvaro - se presentó - Oyee, ¿os apetece estar con nosotres en el recreo y así nos conocemos mejor? - dijo señalando a sus dos amiguxs.

- ¡Siiiiii! - contestó animadamente Cecilia.

- Sii, claro - respondí tímidamente.

Estuvimos un tiempo caminando juntes, tiempo en el que nos presentamos les unes a les otres. Les otres dos se llamaban, una Marina, y le otre Aaron. Ninguno de les dos iba en artes escénicas, Marina estudiaba ciencias, para después meterse en medicina y Aaron iba por humanidades y no tenía muy claro que hacer después. Les tres eran amigues desde 1° de la ESO y habían estudiado los cuatro años de la misma en este mismo instituto.

En eso andábamos, cuando de repente llegan corriendo dos personas. Y una de esas personas... era Susana.

- ¡ÁLVAROOO! - grita ella.

- ¡NO TE LO VAS A CREER! - grita el otro chico, el cual me di cuenta que era Matías, el chico con el que hablaba Susana el primer día.

- A ver, relax, ¿qué pasó? - pregunta Álvaro.

- ¡NUESTRO SHIP ES REAL! ¡TENÍAMOS RAZÓN DESDE EL PRINCIPIO! - gritó Susana.

- ¿!QUÉ?! ¿!JULIANA Y ROSA ESTÁN SALIENDO?! - preguntó emocionado Álvaro.

- ¡SIIIIIIIII! - gritaron Matías y Susana a la vez.

Aaron vió mi cara de que no entendía nada y me explicó.

- Les tres llevan desde primero, shipeando a las profesoras de Filosofía y de Cultura Audiovisual. - me explicó - Pero de una manera muuuuy exagerada. A ver, hay que decir que se echan siempre unas miradas como si se quisieran comer la una a la otra.

- Entiendo - dije riéndome - Seguramente yo también empiece a shipear a mucha gente, es como una costumbre mía ya, no lo puedo evitar jajaja.

- Ya, si no es malo, con tal de que no se llegue hasta el punto de acoso o de tirarles cosas si empiezan a salir con otra persona - dice riéndose y haciéndome reír a mi.

De repente veo que el grupo de tres había acabado de hablar del shipeo y se dirigían hacia Cecilia y hacia mi por lo que empiezo a ponerme nerviosa.

- Perdón por no presentarnos antes, estábamos emocionades y no nos dimos cuenta de que había gente nueva en el grupo jeje - nos dijo Matías a Cecilia y a mí - Yo soy Matías y ella es Susana.

- ¡Encantada chicas! Digo chicas porque ya me fijé que el resto usaba pronombres femeninos para hablar con y de vosotras eh, si no diría chiques- dijo sonriendo.

- Lo mismo digo - contestó Cecilia sonriendo - Yo soy Cecilia y ella es...

- ¡Espera un momento! - dijo mirándome con los ojos muy abiertos, lo cual hizo que me sonrojara - ¡Tú eres la chica de la presentación! Me encantó tu presentación, la amé! - me gritó emocionada - Es que flipé con todas las clases a las que vas y todo lo que quieres aprender, se nota mucho que te apasionan las artes. Además me pareciste muy cuqui así de nerviosa, aishh.

Yo que había estado intentando que no se me notara el pequeño sonrojo que tenía, no puede evitar ponerme tan roja como un tomate.

- Mu-muchas gracias - dije muriéndome internamente -T-tu presentación también me encantó, fue muy natural - sonreí haciendo que se me notaran los hoyuelos por encima de la mascarilla.

- ¡¡Ay muchas gracias!! ¡Venga, vamos a fuera todes! - contestó ella y la seguimos.

Desde ese día quedábamos siempre todes en los recreos y Cecilia y yo acabamos siendo también una parte más del grupo.

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