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Cada día la escuela se vuelve más soportable. Solo vengo a lo que debo, ya nada es como antes. Y gran parte de eso es porque Jaden lo ha hecho más soportable. Se sienta a mi lado en todas las clases y en el almuerzo comemos juntos, le estoy agarrando cariño.

—...Entonces, lo que quieres decir es qué, ¿no te gustan las hamburguesas?— Dice totalmente sorprendido.

Yo río ante su reacción. —Nunca me gustaron, es demasiado para una sola comida.

Y esto es exactamente lo que me gusta de Jaden, no hablamos de lo qué pasó. Me trata como una persona completamente normal, porque lo soy, y es justo como necesito ser tratada ahora. Y me ayuda como no tienen idea, me ayuda distraerme de la realidad de lo que viví.

Jaden me mira dudoso. —No te creo. Vamos a ir a comer un día y no acepto un no por respuesta.— Dice muy serio.

—Esta bien, si.— Digo sonriendo. Me gusta sentirme así. 

De repente, una idea se me viene a la mente. —¿Qué planes tienes el viernes por la noche?— Le pregunto.

—Depende, ¿a dónde me vas a invitar?— Dice curioso.

—Mi padre va a inaugurar un nuevo negocio y hará una gran fiesta. Pero es muy elegante, incluye valtz y todas esas cosas.— Digo recordando que mi madre que dijo que podía invitar a alguien, y no hay nada que prefiera más que no tener que pasar ese evento completamente sola.

—Supongo que mejor empiezo a buscar un traje.— Su respuesta me hace sonreír.

—Genial, ponte una corbata roja.— Digo antes de irme a casa.

—¿Porque?

—Ese es el color de mi vestido.— Respondo. Recuerdo que siempre solía hacer eso con Nate... Pienso rápidamente en otra cosa y Jaden asiente.

Subo al auto y voy camino a casa. Al llegar, como usualmente mi padre no esta, y la verdad me hace las cosas mucho más fáciles. No puedo ni verlo.

Subo a mi habitación después de comer y enciendo la televisión como ya me es de costumbre, extrañamente es la única cosa que no puedo dejar de hacer. Pero esta vez,  la imagen que muestran me deja sin palabras. Es Liana.

—...Él día de ayer, el juicio de Liana Krestel tomó lugar por la mañana. Hemos podido grabar la mayor parte de este.– La imagen de Liana con su uniforme de cárcel aparece en la televisión. Se ve realmente mal.

Liana habla. —Él siempre hacía todo el trabajo, yo sólo observaba la mayoría de las veces. A veces él me... maltrataba.— La voz se le corta y yo la verdad no me creo nada de lo que está diciendo. —Cuando Avrey estaba aquí, él solía ignorarme por completo. A veces hasta el punto de no comer nada.— Okay, no le creo nada. —Por eso creo que estoy mejor aquí que allá, aquí estoy más segura...

Lo entiendo, quiere salir. Pero mintiendo no hará nada más fácil, quizás dando un poco de información las cosas cambien para ella, pero se que lo ama tanto que no la hará. Tarde o temprano se darán cuenta de que todo lo que dice es falso. El juez la mira mientras ella hace todo su teatro.

Liana Krestel, tu condena queda reducida a 15 años en la cárcel. Culpable por cargos de cómplices de asesinato.— Ella no se ve para nada satisfecha con el resultado. Ahora comienza a llorar de verdad y se la llevan de ahí. Yo me quedo en shock y apago la televisión. Debe de ser horrible tener que escuchar esas palabras ser dichas sin ninguna manera de poder hacer nada, simplemente saber el destino que te espera.

Decido apagar la televisión y quedarme en silencio. Lo odio, odio el silencio, me da espacio para pensar y es lo último que quiero, porque me hace pensar en cosas que están mal. Como, por ejemplo, el sentimiento de la pistola en mi mano...

Money Heist | (completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora