Los ojos de Amber

Capítulo 2

La noche se desembarazaba de la oscuridad, mis manos fueron lo primero que alcance a ver cuándo mis parpados se despegaron de los globos oculares, fue ahí donde el abrazador frío del bosque me acogió y mi cuerpo entró en razón de sí. El bosque es un lugar increíble cuando se trata de descansar serenamente a la luz de la luna azulada que recibía al amanecer.

            -¿Por qué despiertas tan tarde?-

            -Fue una noche tranquila, mas cuando a mitad de la noche se dio lugar al espectáculo de luces de las luciérnagas, mi velada se vio sumamente mejorada- Alcance a decir ante la pregunta tan inesperada de

Snøen.

            -Ven vamos a caminar, es hora de escarchar la pastura y las copas de los arboles- dijo Snøen de forma agradable invitándome a ir con ella.

Fue ahí cuando ella me tomó de la mano y mis pies dejaron de sentir el rose de la vegetación poco a poco, pues estábamos volando.

Siempre tuve la inquietud de cómo es que en las mañanas, la vegetación tiene una capa de escarcha muy delgada, ahora yendo de la mano con Snøen cubriendo toda copa de árbol, pastura y lagunas con una capa delgada de nieve muy distintiva del bosque Caligo.

Snøen es un bello ángel, cuyo elemento del bosque es la nieve, es guardiana de la zona de nieve y de revivir cada mañana la esencia de cubrir la vegetación de hielo para conservar el color verde oscuro de la flora del lugar. Si bien es su trabajo, también es una obligación y un deber, el servir al cuidado de tan hermoso lugar.

Un ángel guardián de uno de los tantos elementos del bosque, sin dudas Snøen es un una mujer bella, con un cabello azabache lacio que le cae por delante de los hombros, unas cejas delicadamente curveadas y delgadas, de una piel tan blanca como el elemento que resguardaba en su alma, lo que capturó mi atención es su nariz aguzada y pequeña. Pero no existía nadie que se resistiera al encanto de su voz suave y conciliadora cual joven en su edad de plenitud. El vestido que porta es blanco, con holanes en los hombros, es un vestido que entalla su figura y la resalta mucho, con un cuello de encaje sofisticado.

            -Snøen- dije queriendo captar la atención del ángel

            -Dime ¿Qué pasa?-

            -¿Podríamos regresar ya a la zona de nieve?, aún me debes algo-

            -Tienes mucha razón, prometí  ser tu modelo en tu pintura, vallamos

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Una vez traspasados los árboles que circundan la bella zona y de la mano de Snøen pude sentir en mi rostro el frio tan agradable y el aroma a humedad de la flora del lugar.

            -Muy bien, ¿Dónde quieres que pose para ti?-

            -Ahí delante del árbol retorcido que está a tu izquierda-

            -Excelente decisión, tomaré está pose, ¿Qué te parece?- dijo Snøen mientras sonreía viendo hacia el frente.

            -No me gusta, quiero algo más serio y ¡épico!- dijo mientras se acercó a Snøen para darle las instrucciones para posar adecuadamente.

            -Ahhh siempre te gusta hacer excelente tu trabajo ¿Verdad?-

            -Sí porque mi pasión es pintar y ahora no te muevas que ya comencé con los trazos iniciales-