Chaleur

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Les recomiendo mucho escuchar la canción recomendada para este capitulo, ya que su letra tiene mucho que ver con el y envuelve mas la historia.

...

II

«Todo el mundo tiene mentiras por decir y, precisamente, el hecho de pensar que lidiar con ella fue fácil sería una de ellas.

»Los días pasaban y, entre su terquedad y arrogancia, supe que se encontraba alguien desesperada. No la culpaba en lo absoluto, se notaba que buscaba ayuda. Pero, entre más gritos ahogados daba, menos la escuchaban.

»Por más que le tendiera la mano para impedir que cayera a un lúgubre y profundo abismo, por más que ella luchara por sostener mi piel, mis dedos no se aferraron a los de ella. Yo no intervendría más de lo que profesionalmente podía. Sostendría su mano todo lo que pudiera, pero no la ayudaría a salir de ese profundo precipicio lleno de desesperación y deseos.

»Solo el hecho de sostener su mano ya era suficiente, solo eso me reconfortaba de que podría salir por su cuenta. Pero no contaba con que, por cada momento que pasaba a su lado, por cada vez que la veía directo a los ojos, su sonrisa permanecía esbozada en sus labios. Esa sonrisa me incitaba a ir con ella, a tomarla con todas mis fuerzas; acercándome más y más a su oscuridad. Su sonrisa, aunque irradiaba un cálido sentimiento, lo único que hacía era invitarme a permanecer a su lado; haciendo que las dos tendiéramos de ese horrible abismo... Era una bella sonrisa con la que me recibía cada que estaba con ella. Era una hermosa sonrisa con la que sus sentimientos explotaban uno a uno, como los fuegos artificiales en verano. Era una bella sonrisa que inevitablemente ya no podía dejar de ver.

»Sin embargo, aún podía guardar la compostura cuando la veía, cuando la veía sonreír radiante bajo los cálidos rayos de sol de abril. Aún podía mantenerme firme en mi decisión: La curaría, pero no la salvaría... Me hubiera gustado mantenerme tan firme, y no caer junto con ella a su abismo cuando, de su boca, salió en armonía su mortuoria y melancólica canción. Esa cautivadora canción que, desde su ronca y pausada voz, me incitaba a descifrar; cada estrofa, cada tono, cada armonía que con el viento se acompasaba detrás de la ventana...

»Aquella canción llena de... Aquella canción de su primer...»

...

Mientras los días avanzaban, la enfermedad de Nico empeoraba también. Maki no podía comprender el porqué del avance tan precipitado en su enfermedad, si hasta ese entonces se había mantenido estable; era eso o quizás solo quería ignorar el hecho de que conocía la verdadera razón.

Nico tuvo que ser internada en el hospital debido a que su estado empeoraba día a día. Ella se había vuelto la prioridad de Maki, así que la quería tener lo más cerca de ella esperando a que lo peor no ocurriera. Si Maki le podía dar un poco más de tiempo, al menos hasta averiguar lo que le pasaba, ella haría cualquier cosa. La doctora estaba completamente envuelta en el caso de Nico, y, llegados a un punto tan lejano, sabía que no podía abandonarla.

Lejos se había quedo aquella mirada antipática cuando Nico veía a Maki, ahora, cada que sus ojos se encontraban, Nico la saludaba con una sonrisa que desaparecía tan rápido las dos se miraban a los ojos. No sabía el significado de ello, pero incluso Nozomi, la amiga de Nico, parecía más entusiasmada que nunca cada que tenían una cita con Maki para hablar de cómo avanzaba la enfermedad de su amiga.

Maki trataba de ocultar lo preocupada que estaba por el avance en su diagnóstico. Ella sabía que si alteraba esa felicidad que tenían Nico, podría causarle una gran conmoción, ya que, la razón por la cual su enfermedad se había comenzado a acelerar, era simplemente porque por fin alguien le tendía la mano y quería ayudarla sinceramente, era porque por fin podía sonreír con sinceridad, entusiasmada de que al fin se desprendería del veneno que la corroía por dentro. Maki se sentía culpable por darle esperanzas.

AmbivalentideaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora