Capitulo 1

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"Cuenta la leyenda que el hilo rojo es un lazo que tenemos atados al dedo meñique, el cual nos une con nuestra persona con la que pasaremos el resto de la vida, el hilo, aunque no es visible, este nunca desaparece ni se rompe por más lejos que estén estas personas entre sí"

Todo es cuestión de destino...

Hoy es un día lindo, los cerezos florecen y no hay nadie a mi alrededor, la luz tenue del sol que sale a las 7:00 am crea un relejo hermoso sobre los árboles que me da tranquilidad, sentir el aire fresco en completo silencio recostarte en el campo y sentir los pequeños pétalos del sakura golpeando suavemente mi cuerpo, al caminar por los arboles llegue a un puente hermoso, nunca antes lo había visto antes y justo debajo del corría un pequeño rió lleno de vida y tranquilidad.

Al acercarme lo vi, vi a un chico el cual sentía que ya lo conocía, pero no podía recordar en donde, el me miro y mi curiosidad de saber quién era aumento, di unos pasos para llegar a la mitad del puente, no podía dejar de mirarlo pensando porque se me hace un rostro tan familiar, él se acercó a mí no podíamos dejar de mirarnos, sentía unas ganas inmensas de abrazarlo, lo sé, es extraño, pero nunca había sentido nada igual a lo largo de mi vida.

Una sonrisa de dibujo en su cara y me dijo – siento que te conozco de alguna parte-

Nunca podre borrar esa linda sonrisa de mi mente, nunca creí que se pudiera llorar de alegría real, pero... ahora lo confirmé, no tomamos mucha importancia en presentarnos, sentíamos conocernos de toda la vida, decidimos caminar por el lugar, las horas pasaron volando hablamos de demasiadas cosas, llego la hora de la comida y estábamos algo alejados de algún lugar así que le compartí de mi almuerzo que traía en mi maleta, entre más hablábamos nos dimos cuenta de nunca habernos topado en algún momento de nuestras vidas, se dieron las 6:00pm y ya estaba oscureciendo, tenía que irme pero en realidad no quería dejar de hablar con él, me acompaño a la parada del bus, el cual para mi mala suerte llego demasiado rápido, me tomo de la mano, sentí una sensación de seguridad y tranquilidad a través de el, tuve que subir y poco a poco nuestras manos se soltaron.

Olvide preguntarle su nombre ...

Tu, solo tu ......Donde viven las historias. Descúbrelo ahora