Tu, solo tu ......

Capítulo 2

La duda me consumía mientras iba de camino a casa, estaba segura de que lo había visto en alguna parte...

Al llegar a mi apartamento decidí dibujarlo, no quería olvidar ningún detalle así que lo hice, traté de describir cada detalle de él
— chico de 1.80 cm, test clara, ojos oscuros, cabello negro un poco largo, sonrisa hermosa con esos ojuelos tiernos, algo delgado, sus manos largas y delgadas  pero fuertes a la vez, una voz gruesa e inteligente pensamiento—

1:07 am

Al fin terminé, tomé algo de cinta y lo pegue en mi mural de dibujos, en fin, me encantó.
Fui a la cocina para comer al menos un poco antes de ir a dormir, me prepare un batido y regrese a mi habitación, note algo.....
Hace meses llevo soñando a un chico el cual nunca he podido ver su rostro, al ver el muro el era igual al de mi sueño, bueno, al menos en su complexión solo me dije a mi misma
- tranquila, solo es una coincidencia -
Así que me decidí a dormir.

4:07 am

*en el sueño*

Ahí esta el, en medio de aquellos hermosos árboles, eh!! Me esta llamando...
Estamos cara a cara, me da un abrazo, solo pude decirle mi nombre
— soy saju... Mi nombre es saju!! — el solo susurro a mi oído
—mi nombre.... Es Han —

*despierto*

4:17 am

Desperté agitada y con lágrimas en los ojos, en ese momento recordé la historia que mi madre me contaba de pequeña, "el hilo rojo del destino" esto ya se está haciendo algo raro.

Al amanecer me arregle para ir a mi trabajo, hoy iré medio tiempo, solo para traducir tratos entre empresas extranjeras y la nuestra en Tokio, en fin, estaba confundida la mayor parte del día, ¿en verdad ese era su nombre? Definitivamente tenía que verlo de nuevo.

4:20 pm

Me dirijo a mi apartamento, tengo que descansar un poco y reflexionar sobre lo que pasó, todo se sentía tan real.

Solo dormí.

6:07 pm

*en el sueño*

Me encuentro debajo de mi árbol favorito, el estaba a mi lado tomando mi mano, cada sensación se siente tan real, tanto que no quería que terminará, escuche su voz..
— mañana te veo aquí, tengo que irme ahora —

Desperté...